«Limpio la playa y dicen que hago arte»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El abogado ferrolano que hace cuadros con lo que encuentra, acerca a Vigo su obra

16 may 2017 . Actualizado a las 11:17 h.

Limpiar las playas y hacer arte pueden parecer actividades independientes, De hecho, suelen serlo, pero no en el caso que nos ocupa, que es el que ocupa también las horas de ocio de Daniel Alvariño Heras, un abogado ferrolano que cuando se quita el traje y la corbata se recorre los arenales de su ciudad recogiendo todo tipo de restos a los que luego da forma creando nuevos paisajes. Los paseos al borde del mar que el letrado suele dar para liberarse del estrés de su profesión culminaron finalmente en la creación de una pequeña empresa familiar en la que todos, su mujer, Ana Esteban, y sus cuatro hijos colaboran. «De hecho, se llama Cuatro Pececitos en referencia a ellos», explica.

Alvariño comenzó en el 2012 y es la única empresa en España dedicada a esta actividad. Vende sus obras en diferentes páginas web y comercios pequeños de toda Galicia que se interesan por su trabajo y también acuden a varias ferias que se celebran en España y en la comunidad gallega. Mañana, miércoles, estará en el Mercado de O Calvario, que acogerá por cuarto año consecutivo un evento muy especial que convierte la plaza por un día en un espacio en el que se venden creaciones artísticas en vez de merluzas y bacalao. El Mercado da Arte tendrá lugar entre las 11.00 y las 22.00 horas, organizado por el colectivo No todo el Pescado está Vendido.

-Habla de empresa pero lo que hace es artesanía, ¿no?

-Totalmente, Nosotros nos recorremos las playas de Ferrol de forma habitual durante el invierno, que es cuando están más sucias y los temporales arrastran más elementos hacia tierra. Recogemos muchas cosas, pero sobre todo mucha madera a la deriva. es algo que no hace nadie. Prácticamente todo lo que uso para hacer las composiciones es material recuperado en las playas. Lo único que no sale del mar y la arena es el pegamento y alguna vez alguna pintura, aunque trato de que no sea así y siempre que puedo respetar los colores de la madera, lo hago. Ni lo toco.

-¿Para usted es una afición o ya se ha convertido en otro trabajo?

-Es una afición pero estoy dado de alta como negocio, aunque yo no lo considero un trabajo porque sigue siendo algo que me gusta mucho hacer porque me despeja y me deja nuevo. En cuanto veo un pedazo de madera ya se me ocurre un paisaje.

-¿Cómo se reparten las tareas?

-Mi mujer se ocupa de las redes sociales y mis hijos vienen a menudo conmigo a recoger objetos a la playa. Bueno, el pequeño, que tiene tres años, todavía no. Después de recopilar material viene el proceso de secado, ya que normalmente las maderas están mojadas y las llevamos al trastero que tenemos, que es donde suelo trabajar

-¿Qué materiales usa más?

-Una mezcla de todo. Desde conchas a plásticos, que hay por toneladas. Todo vale, Todo tiene un segundo uso.

-¿Dónde suele vender sus obras?

-Empecé a venderlas a través de la página web hace dos años pero también se distribuyen en varias tiendas y mercadillos pop up a lo que solemos ir de forma regular en primavera y verano.

-¿Los paisajes que recrea existen o se los inventa?

-Me inspiro en lo que me rodea, pero no me gusta atenerme a la realidad. No reproduzco lo que veo. Prefiero dejarme llevar y hacer escenas del campo y del mar que me inspiran.

-¿No cree que su labor a favor del medio ambiente con el reciclaje no se le valora lo suficiente?

-¡Me tenían que dar una medalla! Aun encima de limpiar la playa hay gente que dice que hago arte, Vamos a dejarlo en artesanía. Para mí es importante concienciar a la gente sobre este tema. Es increíble la cantidad de basura que tiramos.