Los votantes de todos los partidos aprueban la gestión de Caballero

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los ciudadanos que optaron por el PP o la Marea suspenden a los suyos

15 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Abel Caballero goza del momento de mayor placidez política de su decenio al frente del Concello. La encuesta que ha elaborado Sondaxe para La Voz de Galicia, coincidiendo con el segundo aniversario de las últimas elecciones municipales, augura que seguirá instalado en la inaudita comodidad de la mayoría absoluta. Ese es el escenario. Mayoría absoluta de 16 concejales (ahora tiene 17) sobre un total de 27, y un 54 % de los votos (ahora son el 51 %). El trabajo demoscópico de Sondaxe encuentra una explicación: la gestión de Caballero gusta en la calle.

Así lo reflejan los datos. Tanto los votantes del PSOE como los del PP y los de Marea de Vigo, los tres partidos que tienen representación en el Concello, aprueban la gestión del alcalde. Es el único alcalde gallego que lo consigue. Y esta realidad tiene, además, otra cara que permite cimentar más aún el reinado de Caballero: los votantes de los tres partidos suspenden la labor de la oposición. Así que en Vigo se da una paradoja única: los que no votaron a Caballero dicen que aprueban su gestión y que desaprueban la de aquellos a los que sí votaron.

El alcalde recibe una nota media de 6,57 por su labor. El regidor ha centrado muchas energías de este mandato en sacar adelante el Área Metropolitana, ese organismo que aglutina a catorce municipios para gestionar conjuntamente determinados servicios. Además, ha hecho bandera de la reforma de Balaídos y continúa con su política de humanizaciones por toda la ciudad. También ha acentuado su perfil institucional como alcalde, al haberse convertido en presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Y prepara los ambiciosos proyectos de soterrar el tráfico en la Porta do Sol y de instalar escaleras mecánicas en Gran Vía.

Pero su gestión no ha estado exenta de polémica. El inicial entendimiento con la Xunta se ha tornado en la sempiterna guerra, que ha dado al traste con el Área Metropolitana: después de tanto empeño, el organismo está muerto. El futuro de Balaídos ha abierto un inaudito frente con el Celta en contra. También ha tenido una guerra con la Universidad por el Campus do Mar, ahora en fase de tregua, y con la Zona Franca. Incluso las humanizaciones han perdido algo de ritmo y el gobierno local dejó sin gastar el año pasado 20 millones. A esto se suman los cinco imputados por corrupción en el gobierno local. Así que, a pesar de la placidez de la mayoría absoluta, Abel Caballero no está en el momento más lucido de sus diez años.

Pero a los ciudadanos les gusta Abel Caballero y no les gusta la oposición.

El notable que le dan los votantes del PSOE (7,84) puede tener poco de sorprendente. Pero el 5,68 que le otorgan tanto los votantes del PP como los de la Marea sí resulta significativo.

Solo las personas que hace dos años se decantaron por el BNG otorgan un suspenso a Caballero. El Bloque fue engullido por el PSOE después de cuatro años de coalición y otros cuatro en una tenue oposición. Se quedó sin concejales. Ahora, la gente que aún confía en los nacionalistas otorga a Caballero solo un 3,90. Pero incluso aquellos que votaron a partidos minoritarios, que se abstuvieron o que depositaron un sobre vacío en la urna están convencidos de que la gestión de Caballero es buena.