Las mujeres policía disponen de chaleco antibalas 30 meses después de la muerte de Vanessa Lage

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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CEDIDA

Veinte agentes que patrullan las calles ya usan blindajes con el diseño adaptado a la anatomía femenina

10 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todas las mujeres policía de la comisaría de Vigo ya tienen un chaleco antibalas adaptado a la anatomía femenina dos años y medio después de que la radiopatrullera Vanessa Lage, de 35 años, muriese asesinada a tiros por el atracador el Escayolista. Así lo confirmó ayer el delegado del Gobierno de Galicia, Santiago Villanueva, en una visita a Vigo. El blindaje individual y personalizado para mujeres dispone de un frontal adaptado a la fisonomía femenina.

Tras el crimen del banco de O Calvario en noviembre del 2014, la comisaría de Vigo comenzó a repartir en el 2016 las primeras remesas de chalecos que están diferenciados entre hombre y mujer, y que ahora están adaptados al busto femenino. Los primeros envíos del 2013 eran unisex y en los que no se hacía diferenciaciones de género. Eso motivó las protestas de las agentes porque las prendas de protección eran incómodas y les aprisionaban el pecho. Los nuevos diseños tienen en cuenta estos factores y se adaptan a los volúmenes.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) confirmó ayer que, salvo algún caso puntual de talla, todas las mujeres que realizan servicio en las unidades establecidas para recibir este tipo de material ya disponen de protección personalizada.

Entre las usuarias están una veintena de mujeres policía que prestan servicio en la brigada local de Seguridad Ciudadana que realizan labores varias en las diferentes unidades de las cuales se compone esta brigada.

El 12 % de la comisaría de Vigo está integrado por mujeres, lo que equivale a 70 agentes, pero no están todas integradas en la unidad de radiopatrullas.

El delegado del Gobierno dijo ayer en Vigo que «ese tema ya se solucionó y se han incorporado nuevos chalecos. En las últimas dotaciones ya se contemplaba el chaleco para las chicas que son policías con un diseño diferente al del hombre. Si no se han incorporado todos, las personas que faltan lo harán de forma progresiva. Algunos ya se han empezado a repartir». Añadió que los nuevos policías salen de la academia con su propio chaleco.

Villanueva participó ayer, junto al jefe superior de Policía de Galicia, Manuel Vázquez y la subdelegada del Gobierno, Ana María Ortiz, en un congreso federal del SUP que se celebró en el hotel Coia de Vigo.

Pero la batalla por los chalecos sigue abierta como evidenció la secretaria general del SUP, Mónica Gracia, en su discurso de ayer en Vigo. «Recientemente, le explicamos al ministro de Interior la precaria situación de medios materiales porque seguimos trabajando sin medios básicos de seguridad, con falta de chalecos, de medios y de formación acorde a la delincuencia actual», recalcó.

El SUP pide que se mejore la protección a los antidisturbios y se usen pistolas táser

El SUP reivindica que todos los policías, independientemente del puesto que desempeñen, tengan su chaleco interior. Destacan que los antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial (UIP) son una unidad que está exclusivamente desplegada en la calle pero que carece de este tipo de chalecos interiores individualizados porque, según el sindicato, la DGP descarta dárselos porque ya tienen chalecos de uso colectivo.

La secretaria general del SUP, Mónica Gracia, ve necesario que la policía se dote de pistolas táser porque ya hay otros cuerpos que la van a usar y porque son menos letales que las armas de fuego. Otra idea es que los agentes porten espráis de defensa personal y chalecos «para todos». Otro reto es que la Dirección General de Policía tome conciencia del número de suicidios de agentes, que ellos atribuyen a una falta de vigilancia de la salud física y mental. El Consejo de Policía atribuye un gran porcentaje de estas muertes por autolesión a «desengaños amorosos».

Gracia también pidió 600 agentes más para Galicia, de los que entre 70 y cien corresponderían a Vigo. Añadió que la comisaría de la ciudad, a diferencia de otras, es funcional. Otra idea es que la tasa de reposición de agentes sea estable, pues se necesitan cuatro años para opositar y formar a cada nuevo policía. Otra de las cuestiones que les preocupa es organizar los turnos del verano con tan poco personal.

Por su parte, Villanueva dice que ahora mismo están cubiertas el 80 % de las plazas policiales tras varios años de crisis pero confirmó que ya hay en marcha nuevas convocatorias aunque los cadetes tardarán dos años en entrar en servicio. A pesar de la pérdida de personal hubo una tasa de criminalidad «bajísima».