Aniversarios del escudo de Vigo

VIGO CIUDAD

óscar vázquez

Cumple un siglo con su aspecto definitivo y treinta años desde que fue regulado por orden municipal

02 may 2017 . Actualizado a las 13:41 h.

Este año cumple un siglo el escudo de Vigo, en su versión actual. Que fue ratificada hace ahora 30 años, por acuerdo de la Corporación municipal de abril de 1987. Porque el emblema de la ciudad fue cambiando con los siglos, pasando de una rama de olivo al árbol entero. O ganando un mar y perdiendo una palma o una concha de vieira. No fue hasta 1917 cuando el cronista Avelino Rodríguez Elías defendió su aspecto definitivo.

Un incendio es el responsable de ciertas dudas sobre el escudo. La destrucción de buena parte del archivo municipal, en el incendio que devoró el ayuntamiento, en 1851, hizo desaparecer documentos clave. Y, con ello, abrió el debate sobre los símbolos de la ciudad. Ni se conserva la cédula original con la declaración de la Regencia en 1810, ni tampoco otros legajos que podrían aclarar con certeza cómo era el escudo de la villa. Pero testimonios de cronistas, datos de otras instituciones y, sobre todo, un documento fechado en 1876, y custodiado por el Archivo Histórico Nacional, arrojan luz finalmente sobre la materia.

La existencia de un escudo propio de Vigo se supone desde la Edad Media, cuando la villa se hallaba bajo la influencia de Compostela. De esta época, se cree que el blasón vigués era un castillo, que podría ser el de O Penso, que estaba situado donde hoy se alza la fortaleza de San Sebastián y el edificio del ayuntamiento. Bajo el castillo, aparecía una concha de vieira, símbolo de la archidiócesis de Santiago.

El olivo que dará un apodo a los vigueses no aparecerá hasta tiempo después, cuando Vigo deja de depender de Compostela. Los regidores locales pidieron entonces crear un escudo, que mantuviese el castillo y le añadiese una rama de olivo, un árbol que crecía en el atrio de la antigua Colegiata, al igual que en la actualidad ocurre en la iglesia parroquial de Bouzas.

Según el historiador tudense Francisco Ávila y La Cueva, el escudo de Vigo, tras la Guerra de la Independencia, era «en campo colorado, con un castillo de tres torres y éstas con almenas, todo de oro, con una puerta en arco en el medio y dos ventanas cuadrilongas, una en cada torre; por la espalda del castillo, un olivo en esmalte verde, saliendo de sus ramas, por las extremidades de aquél y timbrado el escudo, con corona de oro».

Nicolás Taboada y Leal, autor de la Descripción topográfico-histórica de Vigo, describe el escudo, pero le añade unas ramas de palma. Este hecho justificaría que las dos calles principales, en torno a la concatedral, se llamen Palma y Oliva.

Taboada Leal dice: «En la actualidad, el escudo se compone de un castillo, con una corona, enlazado y rodeado de ramas de palma y olivo».

La confusión la zanjaría hace exactamente un siglo, en 1917, el cronista de la ciudad Avelino Rodríguez Elías. En una artículo en el Boletín de la Real Academia Galega, abogó porque se hiciese oficial el escudo que aparecía, labrado en piedra, en la antigua fuente de Neptuno, situada en la Porta do Sol.

Y seguimos de aniversario. Porque acaban de cumplirse 30 años de la ratificación oficial del escudo. El 7 de abril de 1987, el pleno del Concello daría validez a esta propuesta, al aprobar por unanimidad el símbolo de Vigo. Desaparecen así tanto las tres torres del castillo, como la palma y el fondo rojo definidos en documentos anteriores.

Sin embargo, no hacía falta remitirse al escudo de la fuente de Neptuno, como propuso Rodríguez Elías. Porque sí se conserva un antiguo documento que reproduce el escudo tradicional de Vigo. Esta fechado en 1876 y se conserva en el Archivo Histórico Nacional en Madrid. Lo encontramos dentro de la colección Sellos en tinta y se trata de un escrito firmado por el secretario municipal de Vigo, que lo envió al Gobierno para zanjar la confusión reinante sobre los símbolos de la ciudad tras el incendio del ayuntamiento en 1851.

El documento tiene otra curiosidad. Al estar fechado en 1876, incluye los símbolos de Vigo durante la I República, cuando los lemas de la ciudad fueron cambiados por los de la Revolución Francesa (interesante ironía): «Libertad, Igualdad y Fraternidad». Además, este importante legajo aporta otros datos muy importantes sobre los símbolos de Vigo que en otra ocasión habrá que tratar.

En cualquier caso, aunque este documento no fue usado, la historia quedó definitivamente escrita por Rodríguez Elías hace ahora un siglo, en 1917. Y ratificada por el Concello en 1987. Así que el olivo y el castillo están de enhorabuena, porque el escudo de Vigo está de aniversario.

eduardorolland@hotmail.com