A Caballero se le acumulan los frentes

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

cedida

Pese a disfrutar de una mayoría aplastante en el Ayuntamiento, la suspensión del Área Metropolitana se suma a la del Plan Xeral y a las crisis con Universidad, Zona Franca y Celta

06 abr 2017 . Actualizado a las 09:40 h.

30 de noviembre del 2015 (suspensión del Plan Xeral), 22 de julio del 2016 (veto a los presupuestos de Zona Franca) y 5 de abril del 2017 (suspensión cautelar del Área Metropolitana). Son tres fechas claves de la actual etapa municipal, primer mandato en el que Abel Caballero gobierna con mayoría absoluta. Con 17 concejales de 27 se intuía un período cómodo, pero los acontecimientos lo están desmintiendo. Contra pronóstico, se acumulan conflictos en una lista que ayer se agrandó con la suspensión cautelar del Área Metropolitana y que tiene difícil solución si no es alcanzando algún tipo de pacto o entente con la Xunta de Alberto Núñez Feijoo. Los que siguen son los principales quebraderos de cabeza del alcalde con la mayoría más apabullante de las ciudades españolas.

plan xeral

Anulación imprevista. El último día de noviembre del 2015 llegó una mala noticia al Concello, pero mala mala. Cuando menos se esperaba, después de ganar más de un centenar de pleitos en los tribunales y soslayar innumerables demandas contra el Plan Xeral de Ordenación Municipal del 2008, el Tribunal Supremo tumbó el planeamiento urbanístico de la ciudad. Casi año y medio después no ha podido enmendarse la situación y, previsiblemente, se tardarán años para que eso ocurra. Nadie se atreve a dar plazos. Mientras, la construcción, las inversiones empresariales y las licencias a particulares están bloqueadas o al menos limitadas. En este tiempo, el gobierno local mantiene en secreto los trabajos en marcha para elaborar un nuevo documento. Esta tarea se activó tras no lograr que la Xunta le autorizara una vía rápida para disponer antes de un Plan Xeral. En Santiago no han querido correr riesgos ante nuevas reclamaciones.

balaídos

Conflicto con el Celta. Como una bomba de racimo política, el club celeste trata de forzar al alcalde a aceptar la venta del estadio al Celta con sucesivas maniobras. Su presidente, Carlos Mouriño, ha coqueteado con la venta del club a inversores chinos y amaga con la construcción de un estadio en un municipio próximo, que podrían ser Mos o incluso Redondela, ambos con alcaldes del PP. La respuesta de Caballero ha sido ofrecer una generosa concesión administrativa a 50 años. Pero la entidad deportiva se niega. Aunque el alcalde cuenta en este asunto con el respaldo crítico de los grupos de la oposición, enfrentarse al Celta, y más en un año de éxitos deportivos, es siempre una patata caliente. Y más cuando se ha afrontado un desembolso de 30 millones de euros de fondos públicos para renovar un estadio que sin el Celta carece de sentido. Este gasto fuerza al gobierno local a lograr un acuerdo con el club.

universidad

Retraso del Campus do Mar. Es poco habitual un choque en Vigo entre un alcalde y un rector, pero justamente eso es lo que está ocurriendo. Caballero decidió en julio del año pasado bloquear los presupuestos de Zona Franca, lo que llevaba aparejado retrasar la puesta en marcha del Campus do Mar, ente investigador que cuenta con respaldo general. Casi nueve meses después, la situación se mantiene y no hay más tensión por el perfil bajo de las declaraciones de Salustiano Mato. El rector ha criticado el retraso, urgido el traspaso de los terrenos a la Universidad y alertado de la pérdida de los fondos europeos, sin los cuales el Campus do Mar naufragaría. Pero ni una palabra sobre el alcalde que, sin embargo, lo ha tachado a él de «cómplice» de Feijoo en este enfrentamiento.

zona franca

Choque con Teresa Pedrosa. Ninguna de las siete zonas francas españolas ha vivido una situación como la que atraviesa la de Vigo desde hace meses debido al enfrentamiento entre el presidente del consorcio en su calidad de alcalde, Abel Caballero, y la delegada del Estado y directora ejecutiva del mismo, Teresa Pedrosa. Regida por normas de los años 50, cuando era inimaginable que un alcalde se negara a convocar el pleno, durante ocho meses fue imposible aprobar al presupuesto y al final el Campus do Mar quedó fuera. El enfado de Caballero con Pedrosa, a la que no recibe, se debe a su negativa a pagar a la Xunta 5 millones por los terrenos de la ETEA. Tiene también otra causa: Balaídos. La delegada puso obstáculos a la inversión en el estadio para reconstruir una grada con un aparcamiento dentro. Cuando Caballero se cansó de esperar decidió pasar al ataque.