«No es cierto que Zona Franca le regale 5,5 millones a la Xunta por la ETEA»

s. antón / J. fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

«Hemos incluido un dinero para la Panificadora sin saber ni cuánto cuesta ni si se va a expropiar»

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La delegada de la Zona Franca, Teresa Pedrosa, defiende la cooperación institucional como clave en un mundo competitivo. «Casi nadie puede hacer cosas importantes en solitario», afirma. Añade que por eso desde el consorcio siempre están dispuestos a colaborar en todos aquellos proyectos relevantes para la ciudad. «Lo hemos hecho en el pasado y queremos seguir haciéndolo».

-Parece que en el caso de la ETEA ese entendimiento se resiste.

-No por nuestra parte. Está claro que nos gustaría participar en el proyecto del Campus do Mar. Dimos los pasos necesarios en ese sentido y, de hecho, conseguimos el apoyo unánime del comité ejecutivo del consorcio, incluido el de los dos concejales socialistas, hasta que llegó Abel Caballero y bloqueó la iniciativa. Es el presidente del pleno y, por tanto, el que elabora el orden del día. Como tiene miedo a perder la votación decidió que lo mejor era no someterlo a debate. Y ahí estamos. Me da pena porque la Zona Franca cumple 70 años y en todo este tiempo la mayoría de los acuerdos se han alcanzado por unanimidad. Desde luego, desde mi llegada, en el 2012, ha sido así. Espero que algún día se acabe este bloqueo y podamos hablar en directo y no a través de mociones o notas de prensa. Me gustaría sentarme con Abel Caballero y explicarle el convenio de la ETEA.

-¿Cree que no lo conoce?

-Es la única explicación que encuentro al bloqueo que mantiene. Porque no es cierto que se le estén regalando 5,5 millones a la Xunta como él afirma. La Zona Franca no le regala nada a nadie.

-¿La clave podría estar en la negativa de Zona Franca a participar en el aparcamiento de Balaídos?

-No ha habido tal negativa porque nunca presentó por escrito la propuesta que le pedí con el informe de la asesoría jurídica y el secretario municipal.

-Entonces, ¿de dónde cree que sale la afirmación del regalo?

-No lo sé. Lo único cierto es que la Zona Franca quiso colaborar para que un proyecto que llevaba parado 20 años pudiera salir adelante. El consorcio compró la ETEA en el 2002 y encargó un proyecto constructivo para hacer una operación urbanística. En el 2008, Abel Caballero y Pérez Touriño pidieron que se dejara sobre la mesa ese proyecto. Querían comprarlo ellos para hacer la Ciudad del Mar. Se accedió a esa petición y en el 2009 la Zona Franca les vende la ETEA por 30 millones de euros. La Xunta tenía que pagar 18,5 millones y el Concello 11,5. Como ni una ni otro tenían dinero se aplazó el pago, una suma que cada año se les reclama. La Xunta ha pagado una parte, pero el Concello lo debe todo. En el 2015, el rector nos pide que colaboremos para hacer conjuntamente el proyecto Emprendemar y el Centro Gastronómico. Una manera de hacerlo sería recuperar parte de los terrenos de la ETEA, donde están los edificios Siemens y Faraday. Si Zona Franca vuelve a incorporarlos a su patrimonio, ¿dónde está el regalo?

-¿Cuál cree que es el principal coste de este desencuentro?

-Un retraso del proyecto muy importante. De haberse aprobado la propuesta, las grúas ya estarían a día de hoy rehabilitando el edificio Siemens. Si ahora se llega a un acuerdo, con el cambio de ley que obliga a que no sé cuántos departamentos de Madrid informen los convenios, el retraso se multiplica. Es una pena. De lo que se trata es de sumar.

-¿Forma parte de esa suma la Panificadora?

-Me parece normal que el Ayuntamiento quiera que el consorcio colabore en un proyecto como ese y que nos pregunte qué podemos hacer, pero lo cierto es que nos enteramos por los periódicos que quería que participásemos. Hemos incluido un dinero en el presupuesto sin tener un papel. No sabemos ni cuánto cuesta ni si se va a expropiar o se va a comprar... Aún así nos ilusiona porque es un proyecto emblemático para la ciudad.

- Como el de Balaídos. ¿Provocará un nuevo desencuentro la recuperación de la grada de Río?

-Espero que no. Habrá que trabajar para arreglarlo. Mi voluntad es ayudar a desbloquearlo y hacer una nueva concesión al Ayuntamiento o lo que estimen oportuno, pero tienen que tenerlo en cuenta. Lo conocen porque hace más de un año que se lo notifiqué al secretario municipal.

«Hemos sido capaces de atraer a 150 empresas en los años álgidos de la crisis»

Innovación, emprendimiento e internacionalización son tres asignaturas que Teresa Pedrosa se propuso aprobar desde que accedió al cargo. Recuerda que cuando llegó, en el 2012, la crisis era más que palpable. «Nadie se interesaba por una nave o por una parcela. Nos preguntamos qué podíamos hacer para ayudar a las empresas en un momento tan duro», afirma.

-¿Fue así como nació la aceleradora?

-Así fue. Teníamos las instalaciones, una empresa de capital riesgo, un personal excelente... Y empezamos solos. Luego se unieron la Xunta, el Igape, los centros tecnológicos y fuimos creciendo hasta constituirnos en una de las aceleradoras de empresa más importantes de España. Ahora estamos preparando una de internacionalización para propiciar un entrenamiento específico de las empresas para salir al mercado exterior. El objetivo es fomentar el mundo empresarial. De hecho, hemos sido capaces de atraer a 150 empresas en los años álgidos de la crisis.

-Sobre todo en Porto do Molle.

-Sí, es un parque que está que se sale. Cuando llegué había una empresa funcionando y tres haciendo su naves. Hoy hay 140. Las naves bioclimáticas están al 97 % de ocupación y tenemos en marcha el Centro Aeroespacial con mucha vida. Notamos un crecimiento sostenible. De hecho, es un polígono talismán; los que llegan se quedan y crecen.

-¿Cuándo podrá decir lo mismo del puerto seco?

-Mi deseo es que en el 2018 podamos ver instalada allí la primera empresa. Ahora se están terminando los servicios generales y se van a empezar a urbanizar los primeros 700.000 metros cuadrados. En paralelo, ya se diseña la comercialización.