La primera corporación se reúne para debatir su conversión en foro de opinión 38 años después

La Voz VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. Moralejo

Mantienen contactos periódicos casi cuatro décadas después

16 mar 2017 . Actualizado a las 09:25 h.

Fue una corporación ilusionada a la que recibió una ciudad expectante. El 3 de abril de 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas una vez arrumbada la dictadura, con unos concejales que, diferencias ideológicas al margen, mantuvieron estrechas relaciones personales que aún mantienen. Tanto, que mañana se reunirán para comer en el hotel Ciudad de Vigo tras un tiempo sin hacerlo.

En esta ocasión tienen previsto darle una cierta estructura a una corporación que marcó un antes y un después. Según explica Carlos Núñez (uno de los 18 ediles vivos de aquel grupo de 27), debatirán la opción de analizar problemas y cuestiones relevantes de la ciudad. Obviamente, ahora son unos ciudadanos más, pero creen que como grupo tienen algo que decir.

Este equipo de 18 lo integran Teresa Conde Pumpido, Eduardo Portanet, Teodoro Piñeiro, Francisco García, Alfonso Álvarez Gándara, Salvador Fraga, Waldino Varela, Carlos Núñez, José Manuel Castedo, Miguel Barros, María Arán, Francisco Santomé, José Martínez Torea, Jesús Fernández Gestoso, Julio Riera, Roberto Suárez y Víctor Moro junto con Manoel Soto, quien fue elegido alcalde, cargo en el que se mantendría durante doce años, la etapa más longeva en la historia de la ciudad desde su creación.

Algunos de ellos siguieron en la corporación varios años más, caso de los socialistas Santomé y Barros, y otros siguieron teniendo relevancia pública por su actividad profesional: Teresa Conde como magistrada; Álvarez Gándara muchos años decano de los abogados; Fraga en su calidad de arquitecto y Víctor Moro, con una larga etapa de subgobernador del Banco de España.

En los encuentros que han mantenido, como el celebrado en mayo del 2001 a instancias de este periódico coincidiendo con el 22 aniversario de las municipales del 79, los ediles de aquella hornada asumían que dirigieron la ciudad durante «cuatro años inolvidables». Ello, pese a la tensión inicial cuando Víctor Moro no logró la alcaldía pese a encabezar la lista más votada, de UCD, pero Soto logró el apoyo de la izquierda, mayoritaria.

De las anécdotas de aquella corporación se recuerda la frase de Carlos Núñez, quien pidió perdón a los ciudadanos al tomar posesión «por llegar con cincuenta años de retraso», una etapa de vacío democrático de la que ni mucho menos tenían alguna responsabilidad.