50 personas con down trabajan en Vigo

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Supermercados, tiendas, colegios y administración pública, principales empleadores

03 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La asociación Down Vigo lleva años trabajando en la ciudad en favor de las personas con este síndrome y en general con cualquier discapacidad intelectual. Según confirmó ayer Eva Alonso, responsable del servicio de empleo de esta entidad, en estos momentos trabajan con contrato en la ciudad 50 de las 86 personas a las que atienden, lo que supone un muy elevado índice de integración en el mercado laboral pese a la situación económica.

Supermercados, tiendas, colegios y administraciones públicas son los lugares donde más éxito tienen. Precisamente, ayer el alcalde recibió ayer a una delegación de personas con down que están realizando prácticas como monitores en comedores escolares de centros públicos tras una fase previa de formación a cargo de la empresa Serunión, encargada de su funcionamiento.

Caballero elogió la labor que están realizando en seis centros, concretamente Santa Tegra, Hernán Cortés, Seis do Nadal, Párroco don Camilo, García Barbón y Pintor Laxeiro. «Se encargan de la vigilancia de los escolares dentro de un programa de la federación de anpas (Foanpas) para mejorar la gestión de los comedores». Tras charlar con varias de estas personas que realizan las prácticas expresó su satisfacción por el éxito de la iniciativa de integración laboral.

A la espera de una mayor implicaciones empresarial, Down Vigo lleva años realizando el cometido de formar y responsabilizar a personas con discapacidad intelectual siempre mediante la implicación de las familias. Para ello dispone de una amplia sede en A Doblada, cerca de la Escuela Oficial de Idiomas, con locales para realizar cursos de formación. Paralelamente, desde la asociación se gestionan acuerdos y convenios con empresas privadas para la contratación de las personas a las que representan.

Para disponer de mejores medios, la entidad quiere trasladarse al corazón de la ciudad, concretamente al Casco Vello, donde les han cedido varios inmueble para instalarse. Sin embargo, rehabilitarlos y adaptarlos precisa una elevada inversión económica para la que carecen de medios. Por ello todavía no han comenzado las obras a la espera de financiación.

En el plano municipal, el alcalde destacó que el 7 % de las plazas de la oferta pública municipal de empleo de los años 2013, 2014, 2015 y 2016 se reserva a personas con discapacidad, «lo que supone un total de 10 puestos».

Cara al futuro, el regidor es partidario de que se amplíe la empleabilidad de un colectivo que precisa medidas de discriminación positiva. «Ahora mismo, en la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) estamos llevando a cabo iniciativas en este sentido mediante un foro de contratación pública socialmente responsable. Personas con down deben poder ser funcionarios, creando y manteniendo empleos ad hoc para ellos».

La solución que plantea es introducir cláusulas de contratación social en las licitaciones públicas, «aunque también deben integrarse las empresas privadas para que tengan empleos estables».

«Estoy encantada trabajando con los niños»

Es una de las dos personas de la asociación Down Vigo (en su caso con discapacidad intelectual) que ha logrado un contrato de trabajo en un colegio público para la atención del comedor escolar. Su puesto estça en el Alfonso Rodríguez Castelao, ubicado en el barrio de Navia, donde Beatriz Silva Sande (29 años), lleva varios meses de actividad y seguirá al menos hasta que finalice el curso. Tarda un rato en atender el teléfono. «Me había olvidado de que ibais a llamar; estaba hablando con mi novio», se explica Beatriz.

-¿Cómo se desenvuelve en este trabajo?

-Me gusta, estoy encantada y sin duda los niños colaboran para que así sea.

-¿Qué tal se portan los escolares durante la comida?

-En general bien. Nos preguntan cosas, que si pueden ir al servicio, coger folios, de todo. Y nosotros tratamos de que todo funcione bien y por supuesto de que coman. Y los ayudamos

-¿Siempre bien, entonces?

-Bueno, no siempre, son niños, tienen de 3 a 12 años, pero para eso estamos.

-¿Es este su primer trabajo?

-No, qué va, he tenido varios. He estado en una ludoteca, en un instituto de belleza, haciendo prácticas de puericultura en otro colegio, en el San Miguel, y también fabricando zapatos.

-¿Tiene problemas para desplazarse hasta el centro?

-Ninguno, vivo cerca, en San Paio con mis padres y un hermano. Por tanto, puedo ir andando; y cuando no, me acerco en bicicleta.

-¿Es la única con discapacidad intelectual en la plantilla del comedor?

-Tengo cuatro compañeras muy majas, pero sí, soy la única.

-¿Quiere seguir en el mismo trabajo?

-Estoy a gusto, pero son dos horas al día [de 2 a 4 de la tarde], por lo que podría compaginarlo con otra ocupación.