Uno de cada tres repiten el «sí, quiero»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

m. moralejo

Vigo registra un récord de bodas civiles: se han celebrado casi mil en un año y un tercio de los contrayentes ya habían estado casados. En el juzgado no quedan fechas disponibles hasta abril

11 feb 2017 . Actualizado a las 23:30 h.

Una de cada tres bodas civiles que se celebran en Vigo tienen contrayentes que repiten nupcias por segunda vez. Aunque el número de divorcios ya es mayor que el de bodas, queda el consuelo de que muchos separados buscan una segunda oportunidad para contraer matrimonio con otra pareja.

Entre los que novios que repiten y los primerizos, la jueza del registro civil de Vigo tramitó un millar de expedientes de bodas civiles en el 2016. Fuentes consultadas lo consideran una cifra récord si se tiene en cuenta que hace tan solo un lustro no pasaban de 700. El incremento es de un 30 %. En lo que va de año continúa la misma tendencia, con una media de 80 casamientos al mes. «Estamos en los mismos niveles que el año anterior», confirma la magistrada. Uno de los indicadores es que la agenda de marzo de bodas está prácticamente cerrada («lo tenemos lleno») y ya hay muchas citas concertadas para agosto, que es el mes más demandado. Ese mes no estará la jueza pero actuará un funcionario o autoridad delegado.

Hay que tener en cuenta que el registro civil mantiene su agenda nupcial a pesar de que está previsto que en junio entre en vigor una ley que les quita esa competencia exclusiva y la traspasa a otras instituciones. Sin embargo, dicha normativa lleva cinco años congelada, va a necesitar un período de desarrollo y tendrá que convocar comisiones de estudio. Por eso, a día de hoy, según fuentes judiciales, hay mucha incertidumbre al respecto sobre cómo se va a aplicar o si se va a prorrogar la paralización o cambiar el texto. En todo caso, el juzgado de Vigo garantiza que «alguien hará las bodas» ya señaladas en Vigo para que los contrayentes no sufran ningún percance. Independientemente de estos cambios legales, el juzgado continuará señalando bodas y «todo seguirá igual».

El aumento de actividad ha llevado a que el letrado judicial (antes secretario) presida ahora también las bodas, generalmente los martes, mientras que la magistrada continúa los viernes. Por ejemplo, ayer la titular ofició ocho ceremonias nupciales en una sala del edificio de la calle Lalín, que es el tope en horario de mañana. El pasado martes, hubo dos enlaces más aunque lo habitual es que supere ese número con creces. El período entre mayo y septiembre es el más demandado y, generalmente, se cubren todas las fechas disponibles. Pero si alguien desea casarse en octubre, hay horas disponibles.

Nadie sabe decir qué razón lleva a los vigueses a pasar por el juzgado para unir sus vidas. El perfil de los novios es distinto: vienen jóvenes, una o dos parejas homosexuales al mes y mucha gente que repite en segundas nupcias (un tercio del total).

En Vigo, las bodas pueden celebrarse en tres salas. Los jueces utilizan una especialmente habilitada al efecto en la planta baja del edificio de la calle Lalín. Una norma prohíbe a los invitados lanzar el arroz dentro de las dependencias judiciales o en la rampa de entrada. El segundo lugar es el pazo de Castrelos y las ceremonias las ofician autoridades municipales como el propio alcalde o sus concejales. En tercer lugar está la antigua sede del Rectorado y de la Alcadía, en la calle Areal.