Más de doscientos inmuebles de Vigo y su área utilizan energía geotérmica para ahorrar

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La mayor parte de las instalaciones se encuentran en viviendas unifamiliares

26 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante la época más fría del año, y en medio de la creciente subida del precio de la electricidad, hay usuarios que ahorran utilizando fuentes de energía alternativas y sostenibles. La más apreciada en los países nórdicos y que está dando sus primeros pasos en nuestro país es la energía geotérmica, la que se obtiene mediante el aprovechamiento del calor interior de la tierra. Cerca de 200 inmuebles de Vigo y su área se aprovechan de las bombas de calor conectadas a pozos situados a más de 150 metros de profundidad, según informa la empresa Ecoforest, con sede en el polígono industrial de Vincios, la única de España que fabrica este tipo de tecnología.

La mayor parte de las instalaciones existentes en el entorno de Vigo se encuentran en viviendas unifamiliares, que después de hacer una inversión inicial ven reducida la factura de la luz. Con la energía geotérmica se consigue ahorrar hasta un 75 por ciento en el precio de la luz, si bien el coste de la instalación continúa siendo una barrera para muchas familias que trabajan con presupuestos muy ajustados a la hora de construir o reformar una vivienda. La colocación de una bomba de calor con el pozo a la profundidad adecuada y la calefacción con suelo radiante puede rondar los 20.000 euros. Pero la inversión se acaba amortizando con el tiempo porque la energía geotérmica es un recurso inagotable que se da en cualquier parte y que no cuesta dinero, al contrario que combustibles como el gasoil, cuyo aprovisionamiento supone importantes desembolsos para las familias cada temporada de invierno para poder calentar sus viviendas.

Cuanto más consumo, más se amortizan estos equipos. Por cada kilovatio eléctrico que se consume por tener conectada la bomba de calor a la red eléctrica, el sistema geotérmico genera cuatro kilovatios. «Consume uno y da cuatro», así resume Joaquín Pampillón, de Ecoforest, las ventajas de contar con el calor de la tierra, que también se utiliza para refrescar en verano.

Este sistema también se utiliza para mejorar la eficiencia energética en edificios. Recientemente, en la calle Progreso se han instalado bombas de calor en uno de sus inmuebles. Edificios públicos también cuentan con esta tecnología. Uno de los últimos en conseguirla ha sido tras la reforma de la Casa del Reloj, en Baiona, inmueble histórico donde Zona Franca ha instalado un vivero de empresas. La guardería municipal de Baiona también cuenta con este tipo de energía.

Aún así, en nuestro país se está todavía muy lejos de alcanzar la aceptación que el calor geotérmico tiene en el resto de Europa. «En España está creciendo, pero lo hace con más fuerza en otros estados comunitarios. En Suiza o Alemania, por ejemplo, no se plantean otro sistema que no sea el de las bombas de calor», afirma Joaquín Pampillón. Esto explica que el único fabricante español de bombas de calor geotérmico encuentre en el mercado exterior el 80 % por ciento de su negocio. La demanda es cada vez mayor, por lo que Ecoforest se trasladará a lo largo de este año al polígono empresarial de Porto do Molle, en Nigrán.

75 %

Ahorro

Por cada kilovatio que se consume por tener conectada la bomba el sistema genera 4

«Gastaba 2.000 euros al año en gasoil y ahora ahorro mucho», dice una usuaria

«Muy contenta, se lo recomiendo a todo el mundo». Así resume su experiencia con la energía geotérmica Inma Gil, que instaló una bomba de calor en su vivienda de Valadares. En una casa en la que residen tres personas, utilizan el calor terrestre para calentar el agua y encender la calefacción de suelo radiante. «El calor es perfecto, ni mucho ni poco, siempre estas a gusto, confortable», afirma. Su economía también lo ha notado. «Antes vivía en una casa con calefacción de gasoil y me gastaba unos 2.000 euros al año en combustible. Ahora ahorro mucho, en los meses fuertes puedo pagar unos 50 euros de luz a mayores», manifiesta. «Viendo la diferencia entre unos meses y otros, prácticamente no tengo consumo de calefacción», dice.

Sin radiadores

El suelo radiante combinado con la energía geotérmica es el único método que utilizan para calentar su casa. De hecho esta casa rústica no tiene radiadores y mantiene una temperatura constante de 21 grados la planta baja y 20 la de arriba, donde se encuentran las habitaciones. «Es muy agradable porque no tienes cambios de temperatura», afirma Inma. Para llevar a cabo la instalación que estuvo a cargo de la empresa Renovgal fue necesario crear un pozo de 150 metros de profundidad. La bomba de calor de su vivienda modula de tres a doce kilovatios.

También barajó colocar diversos paneles solares y sistemas de aerotermia, pero al ser una vivienda rústica, no quiso poner elementos en el exterior que rompieran con su estética.