«Me atacó por la esplada y me agarró la entrepierna», denuncia una mujer
25 ene 2017 . Actualizado a las 17:31 h.Una persona alta, atlética, joven y que viste ropa deportiva. Ese es el perfil de un agresor sexual que ha actuado en el entorno de la Avenida de Madrid. No elige las horas nocturnas para actuar con impunidad. Actúa a plena luz del día. Lo hace ocultando su rostro con una capucha. Aprovecha el momento en el que se encuentra solo con la víctima en la calle para abordarla sexualmente durante unos segundos y escapar. Fuentes de la comisaría informan que no busca consumar un acto sexual. Sus ataques se limitan a realizar tocamientos a las víctimas en el menor tiempo posible para satisfacer su ánimo libidinoso. La Policía Nacional se mantiene alerta para tratar de interceptar a este agresor sexual y ponerlo a disposición del juez. La comisaría ha intensificado la vigilancia, tanto de patrullas uniformadas como de policías de paisano. Los agentes están atentos en la avenida de Madrid y las calles adyacentes en busca del sospechoso, al mismo tiempo que se revisan las bases de datos de personas con antecedentes de este tipo.
La última vez que actuó fue el viernes de la semana pasada. La víctima, una joven de Ponteareas que trabaja en el centro de Vigo, presentó una denuncia poco después de haber sido abordada por el desconocido.
A primera hora
Los hechos sucedieron en torno a las nueve de la mañana. La joven iba camino del trabajo. «Suelo aparcar en la avenida de Madrid, antes de la Plaza de España e iba a coger un atajo a mano de derecha», manifiesta. Afirma que percibió su presencia antes de que la abordara como una sombra que la seguía. El hombre aceleró el paso y se abalanzó sobre la mujer. «Me atacó por la espalda y me agarró por la entrepierna, me empujó y, con el antebrazo en el cuello, comenzó a hacerme tocamientos por todas partes”, recordaba ayer.
La víctima comenzó a gritar y a hacer aspavientos para sacárse al hombre de encima, pero ni aún así pudo separarse de él. Solo cuando observó que se acercaban dos ciudadanos por la calle fue cuando la soltó y se escapó corriendo. «Paró simplemente cuando escuchó que venían dos personas mayores hablando por el callejón, entonces echó a correr hacia el otro lado».
La víctima lamentaba ayer no haberle podido ver el rostro. Tenía un puesta una capucha y vestía una prenda deportiva de color gris. «Puso su cabeza en mi hombro y desde esa posición no lo pude identificar, aunque parecía una persona joven y fuerte». Después del mal trago que tuvo que pasar esta mujer, no dudaba en afirmar que «me gustaría que todo el mundo que ande por esta zona se mantenga alerta y a ver si pillan a esta persona».
Al poner la denuncia en la comisaría se enteró de que no es la primera vez que se ha registrado una agresión de este tipo en esta misma zona. Al menos otra mujer joven ha sido víctima de una agresión sexual siguiendo el mismo patrón. Un hombre vestido con un chándal y con el rostro oculta se acerca hasta ella y la inmoviliza para realizarle tocamientos antes de darse a la fuga. Todo a plena luz del día y eligiendo calles desiertas del entorno de la Avenida de Madrid y de la plaza de España. Esta víctima también aportó una descripción física parecida en el momento en el que denunció los hechos en la comisaría.
Una persona trastornada o un delincuente con antecedentes
La Policía Nacional no descarta que el agresor sexual de la Avenida de Madrid sea una persona trastornada mental que le haya dado por atacar a mujeres de la misma forma que podría quemar contenedores o dañar el mobiliario urbano. Tampoco descarta que sea un «depredador sexual» que cuente con antecedentes de este tipo. En cualquier desde la comisaría se aconseja a las mujeres que eviten andar solas por avenidas poco transitadas y que no duden en avisar al 091 en el caso de ver personas o movimientos sospechosos. Muchas veces la colaboración ciudadana resulta indispensable para esclarecer este tipo de casos, especialmente para conseguir pruebas para incriminar a los responsables de manera que este tipo de ataques no queden impunes.