Empleados de Nueva Pescanova denuncian que quiere imponer un convenio a la baja

EFE

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Las negociaciones que afectan a más de 700 trabajadores están paralizadas, según los sindicatos

18 ene 2017 . Actualizado a las 17:52 h.

Empleados de las plantas de elaboración y frigoríficos del Grupo Nueva Pescanova, representados por portavoces de los sindicatos CIG, UGT, CUT y USO, que ostentan la mayoría en estos centros de trabajo, han denunciado la «intención» de la empresa de «imponer» un convenio colectivo «a la baja», con una «rebaja brutal» de las condiciones laborales.

En concreto, los delegados Ignacio Couñago, de UGT, Ricardo Castro, de CUT, Jesús García, de CIG, y Benito Lorenzo, de USO, junto con otros compañeros, han comparecido esta mañana en una rueda de prensa para censurar, además, que las negociaciones relativas a los seis centros que posee la compañía en Galicia, con 700 trabajadores en total, están «paralizadas».

Los trabajadores, que celebrarán una asamblea el próximo sábado a las 10:00 en Redondela (Pontevedra), no descartan fijar en dicha reunión un calendario de movilizaciones para dar «una respuesta contundente» a esta situación y rechazar que se proponga a los empleados «trabajar más horas y ganar menos dinero».

«Voluntad negociadora»

Sin embargo, el Grupo Nueva Pescanova expone en un comunicado que, tras la última ronda de conversaciones, celebrada a finales de la semana pasada y este mismo lunes en distintas factorías, mantiene su «voluntad negociadora y de diálogo», una actitud que, dice, fue «adoptada desde el primer momento por la Dirección».

Jesús García ha expuesto que Nueva Pescanova defiende «una tesis» basada en que, al tratarse de «una empresa nueva, hay que empezar de cero» en lo relativo a la negociación de las condiciones laborales, algo que los trabajadores rechazan al percibir un intento de aplicar una «rebaja brutal» en materia salarial, además de «un aumento de la jornada» y la creación de nuevas categorías que ha calificado de «tercermundistas»

Así, ha completado Ignacio Couñago, existe «una intención de la empresa de imponer un convenio a la baja» con, por ejemplo, «aumentos de entre 12 y 16 horas anuales en las jornadas laborales», que pasarían a incluir los sábados y los domingos; un salario de poco más de 12.200 euros brutos anuales en 14 pagas para las nuevas incorporaciones y un aumento salarial del 0,25% para 2015 y del 0,45% para el 2016.

La plantilla, que busca un incremento en los salarios del 1,5%, ha abundado Ricardo Castro, rechaza que la empresa pierda «su historia» al «cambiar de nombre» tras un «proceso de descomposición» que, ha defendido, respondió a «una mala gestión que nada tiene que ver con los trabajadores».

Además, ha puesto en valor que los empleados mantuviesen durante esta etapa «la paz social» y que «la compensación» por estos años de «estabilidad» se traduzca en un intento de «imponer un convenio que supone una pérdida con respecto a lo que tenemos desde hace treinta años».