El supuesto asesino de la joven en Vigo es un compañero de trabajo que intentó suicidarse

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

Xoán Carlos Gil

El detenido, que no ha confesado, se autolesionó ayer al verse acorralado por la investigación

19 dic 2016 . Actualizado a las 18:45 h.

Una investigación de 24 horas seguidas, sin parar para comer, ha llevado a los agentes de la UDEV de Vigo a detener ayer por la mañana al supuesto asesino que asestó hasta diez cuchilladas a Ana María Enjamio en la madrugada del sábado. El detenido es un compañero de trabajo que, recientemente, había mantenido una breve relación con la joven. Algunas fuentes incluso especulan con que podría tratarse de uno de sus jefes, y según el informe policial habría sido una relación llena de malentendidos.

El arrestado y supuesto asesino no ha confesado aún el crimen, pero todo apunta a que se sintió despechado por un rechazo sentimental y planeó el crimen tras salir de la cena de Navidad de la empresa. Luego ocultó el teléfono móvil de la joven, el arma homicida y volvió a su casa.

Un día después, al sentirse presionado por las pesquisas policiales, intentó quitarse la vida. Ocurrió ayer por la mañana, tras lo cual fue hospitalizado. A las 20.15 horas, los médicos de urgencias le dieron el alta, y la policía trasladó al detenido a los calabozos. Está previsto que hoy sea interrogado por la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo. Todo apunta a que la Fiscalía pedirá su encarcelamiento por un supuesto delito de asesinato, por los indicios de premeditación y ensañamiento. No parece ser un delito de violencia machista, ya que el juzgado le da la categoría de conocido, ni siquiera de exnovio.

La relación entre la ingeniera y el detenido comenzó recientemente, pues ambos eran empleados de la fábrica Cablerías Auto, una auxiliar del automóvil en el polígono de As Gándaras, de O Porriño. Ella era una brillante estudiante, muy seria, que terminó su carrera con 24 años. Fue fichada tras obtener este verano el título en la Escuela de Ingeniería Industrial de Vigo.

En los últimos meses, la víctima y su novio habían roto relaciones de pareja y de forma amistosa se habían dado un margen de tiempo para repensar su relación. En ese ínterin, el presunto asesino comenzó a cortejar a Ana María y fruto de ello mantuvieron una breve relación. Él a veces la iba a visitar a su casa. Sin embargo, la joven no estaba convencida y zanjó el breve romance, lo rechazó y pidió que quedasen como amigos. Luego, ella retomó su relación con su novio, algo que molestó al otro hombre.

Según cuenta su entorno, el amante despechado no aceptó el rechazo ni asumió ni entendía que ella, de repente, hubiese vuelto con su novio.

La tensión estalló en la cena de empresa de Navidad que celebraron el viernes en el hotel NH, en la avenida de García Barbón, que duró hasta altas horas de la madrugada. Para ir al ágape, la joven no llevó el coche, pues lo dejó aparcado delante de su edificio.

El ahora detenido y la víctima coincidieron en la cena y, a lo largo de la noche, el implicado lanzó insinuaciones a la joven para que retomasen su idilio, pero ella le dejó claro que no quería nada con él. El hombre hizo un último intento y, al final de la fiesta, se ofreció a acercarla en su coche a la casa de ella, quizás con la esperanza de que lo invitase a subir. Pero tres compañeras vieron la jugada e intervinieron para que Ana María pudiese irse con ellas. Él abandonó la cena antes.

Las tres compañeras llevaron a la víctima hasta el portal de su casa sobre las cinco de la madrugada y se marcharon.

La policía sospecha que el implicado se adelantó a la llegada de la joven y se agazapó para esperarla, pues un vecino que entró antes no vio nada raro. Hay una puerta de las escaleras que linda con el ascensor, donde ella fue atacada, o bien la abordó justo cuando se metió dentro del edificio. Ella pidió clemencia, pero él no tuvo piedad.