La jueza se decanta por archivar el caso de la mujer fallecida en el pasillo del Cunqueiro

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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El fiscal asume que es imposible acusar a nadie de omisión de socorro porque la autopsia no determina la hora exacta de la muerte

28 nov 2016 . Actualizado a las 19:02 h.

No hay caso. Tras once meses de investigaciones, la muerte de una visitante en los pasillos del Hospital Álvaro Cunqueiro en enero sin que nadie la auxiliase va camino de archivarse judicialmente. Eso es precisamente lo que están estudiando la jueza que investiga el caso y el fiscal porque la autopsia no ha podido fijar la hora exacta del fallecimiento de Rosi, de 49 años. Por lo tanto, sin establecer el momento del deceso no pueden procesar a nadie por omisión de socorro o denegación de auxilio. Mientras, el viudo sigue su batalla legal y ha recogido ya 111.160 firmas en la web Change.org para que se profundice en la investigación y se esclarezca la muerte de su esposa.

La defunción ha quedado acotada a un amplio margen entre las 6.00 y las 7.00 horas, aunque se sospecha que pudo ocurrir a partir de las 6.25 horas, cuando se cree que la mujer entró en el hospital a visitar a su madre enferma en su habitación, y las 7.00 horas, cuando el personal descubrió el cuerpo y los sanitarios hicieron maniobras de reanimación sin éxito.

Hay constancia de que alguna persona pasó por delante de la mujer, cuando ella se encontraba tumbada en un banco, pero nadie ha podido determinar si entonces seguía viva o ya estaba muerta. Un testigo que pasó por allí sobre las 6.45 horas alegó que le pareció una mujer ebria que dormía tumbada en un banco. Pero al no determinar si a esa hora la visitante seguía viva o no, el fiscal no tiene elementos ni pruebas para acusar a nadie de dejarla morir sola en los pasillos del mayor hospital de Galicia.

El informe de la autopsia fue realizado por un laboratorio del Instituto Toxicológico de Madrid pero, tras recibirlo, la jueza de instrucción número 5 de Vigo pidió una aclaración a los forenses del Imelga en Vigo. Por un lado, la causa de la muerte era muy genérica, ya que lo achacan a una insuficiencia cardíaca, y por otra, la hora de la muerte abarca un intervalo muy amplio. El posterior estudio ampliatoria de la autopsia apenas extrajo nueva luz, pues volvió a mantener el mismo horario, de forma que la jueza ha tenido que inclinarse por dar carpetazo al caso. Dada la imposibilidad de probar delito alguno, la Fiscalía también avala el archivo del expediente, según señalan fuentes cercanas al caso.

El cierre del expediente puede hacer estallar una batalla judicial porque el viudo lleva diez meses reclamando que se agilice la investigación y se aclaren los puntos oscuros. Hace referencia al inexplicable borrado de las imágenes de las cámaras de seguridad que grabaron la zona de los pasillos donde estaba la mujer y que habrían arrojado más luz.

111.000 firmas del viudo

Al menos, Javier Barros ha ganado la batalla en Internet para pedir que se sepa toda la verdad sobre lo sucedido con Rosi. Le faltan 39.000 firmas para alcanzar el objetivo de 150.000 en la plataforma solidaria Change.org. «Imagina que acudes al hospital a tu visitar a tu madre, una mañana cualquiera, pero te desvaneces justo en la puerta, permaneces 35 minutos sólo, abandonado, tirado en el suelo, sin que nadie acuda a auxiliarte. Y mueres. Rosi era mi mujer. La mañana del 14 de enero, tras salir del trabajo (trabajaba por la noche) fue al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo para visitar a su madre. Entró por la puerta principal a las 6.25 de la mañana. Y murió», explica el viudo. Más de 111.160 personas suscriben su petición de continuar con las pesquisas.

Barros quiere mantener viva la investigación y recuerda que ha propuesto varias pruebas adicionales al juzgado como las imágenes que revelan que su mujer entró a las 6.25 horas en el hospital, documentación accesoria, testimonios de la empresa de vigilancia del hospital y la aclaración de por qué han desaparecido las imágenes de los pasillos donde se desmayó su esposa. Considera que el caso no se puede cerrar sin antes aclarar los puntos oscuros.