Identificadas cerca de 350 especies de setas en el campus vigués

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Algunos de los hongos encontrados en los últimos días no se habían visto antes

17 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie diría que las escasas lluvias de este otoño iban a dar para satisfacer a los micólogos. Sin embargo, en el campus de Vigo no solo está siendo una buena temporada, sino que hasta han aparecido setas que no se habían visto nunca, según explica la profesora de la Facultad de Biología de la Universidad de Vigo y experta, Marisa Castro. «Este año está siendo bueno a pesar de la climatología. Impartimos un taller de extensión universitaria de treinta horas y se sale al campo. Recogen muchas especies y muy interesantes. Estamos empezando a hacer un catálogo del campus y creo que vamos a andar por las 350 especies», indica la investigadora. Sin apenas esfuerzo, se pueden recoger en torno a ochenta. Reconoce que alguna ventaja tenía que tener el campus de Vigo por estar situado en pleno monte, algo que no ocurre en Pontevedra y Ourense al ser más urbanos.

La variedad arborea que rodea a facultades y escuelas, la mayoría autóctona, es lo que hace del campus una gran reserva micológica, tanto en cantidad como en especies. Aunque la mayor abundancia depende del año y de la zona concreta, entre las más habituales se encuentran los níscalos (Lactarius deliciosus), zarrotas (Macrolepiota procera), pies azules (Lepista nuda), trompetas (Craterellus cornucupioides) y coliflor de monte (Sparassis crispa), todas ellas comestibles. Tampoco es extraño encontrar otras altamente tóxicas como la Amanita phalloides y otras tóxicas de menor importancia como la seta de los caballeros (Tricholoma equestre), Paxillus involutus y Amanita pantherina.

Castro explica que es peligroso denominar a las setas solo por el nombre vulgar al ser inventados y existir pocos. «Solo se le da el nombre vulgar a lo que se utiliza», apunta. Además, insiste, muchas personas lo desconocen y no saben a qué se refiere.

Sobre sus cualidades, indica que son consideradas alimentos nutracéuticos, nutritivos y medicinales, que no medicamentos, que estimulan el sistema inmunitario, entre otras propiedades. Recomienda su consumo a partir de los ocho o diez años, porque pueden resultar pesados. En cuanto a su cotización, dice, depende del gusto y del cocinero. Pueden formar parte de cualquiera de los platos de un menú, incluido el postre.