Los padres con hijos diabéticos no se atreven a dejarlos en el comedor escolar

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Solo 6 de los 2.150 escolares de 27 centros se quedan en los colegios a la hora de comer

15 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo cinco o seis escolares con diabetes comen en los colegios que gestiona la Federación Olívica de Nais e Pais de Alumnos (Foanpas). En total, la entidad se hace cargo de los comedores de 27 colegios públicos de Vigo, lo que supone un total de 2.150 alumnos.

El temor de los padres a que sus hijos no reciban la atención adecuada es la principal causa del absentismo, según reconoce la Asociación de Nenos e Nenas co Diabete de Galicia (Anedia). «Moitos nenos non van ao comedor porque ás familias dálles medo. Teñen que pinchalos alí e calcular moi ben os hidratos de carbono da comida», explica la presidenta, Ana Pérez. Le consta que muchos escolares se quedan en casa y que algunas madres dejan, incluso, de trabajar para atenderlos.

Desde hace dos años la asociación trabaja en colaboración con la empresa de cátering Serunión (ahora Arume), contratada por Foanpas. «Agora calcula a cantidade de hidratos e non hai problema en todos os colexios de Foanpas. É moi importante supervisar a cantidade», apunta la presidenta. Sin embargo, reconoce que hay otras empresas que van avanzando más lentamente y colegios en los que no quieren pinchar a los niños en el comedor. «A miña filla aprendeu ela con seis anos. Teñen que pincharse para poder comer, se non, non comen».

«A situación en Arume é moi boa, a dieta está normalizada. Comen o mesmo cos outros nenos, pero controlando as cantidades. En outros centros saían hipoglucémicos porque hacían dieta», dice.

No en todos los colegios asumen el hecho de pinchar a los niños pequeños y uno de tres años no puede hacerlo, aunque sepa, según Ana Pérez. Además, añade, hay escolares que aunque tengan más edad no son capaces de hacerlo por fobia a las agujas y tienen que recibir tratamiento psicológico para superarla.

«Non son capaces porque lles dá medo. Os pediatras diunos que a partires de seis anos xa poden pincharse. Ao principio se ten que revisar e non é igual debutar con dez anos con diabete que con tres, que xa ten máis experiencia», indica la presidenta de Anedia. Destaca que en los colegios de Foanpas se pincha en todos. No así en otros, de los que, dice, hay de todo y responden con un «síntoo moito, non é a miña función». Cree que la sociedad aún no tiene una visión clara de la situación.

Desde la empresa de cátering Arume explican que trabajan en colaboración con Anieda para recibir asesoramiento y evitar cualquier tipo de duda. «Nos dan un protocolo y unas pautas y contactamos con los padres para diseñar la ficha del alumno. No hay problemas. Los escolares con diabetes no tienen un menú diferente. Pueden comer igual que otro niño. Simplemente hay que observar los gramos de ingesta. Solo en momentos puntuales hay que modificar el postre, pero existe una integración plena de los escolares», detalla el gerente, Carlos Varela. Destaca la importancia de que la medida de los alimentos sea la correcta y de que no quede nada en el plato. De ser así, se informa a los padres para que se compense en otra de las comidas. «No es ningún problema llevarlo al comedor escolar. Hay casos en los que no dejan a los hijos, pero más que nada, por desconocimiento», indica el gerente.

Al margen de la diabetes, Carlos Varela detecta que cada vez hay más casos de alergias e intolerancias, así como un abanico más grande de estas, lo que les exige estar en continua adaptación.

«Desde los siete años se mide y pincha solo»

El colegio de educación infantil y primaria Illas Cíes celebró ayer el Día Internacional de la Diabetes bajo el lema «Azucre si, pero... con sentidiño». La idea era visibilizar los procesos que a diario se siguen en el comedor, como el peso de los alimentos para su elaboración o el posterior seguimiento de los monitores de la comida de los niños con diabetes.

Al mismo tiempo, el centro pretendía sensibilizar a la población sobre la diabetes con el objetivo de demostrar la importancia de mantener una alimentación saludable para prevenirla y combatirla.

En el acto participaron los responsables del colegio, de padres y alumnos. Uno de los escolares, Hugo Rodríguez Porto, no tuvo inconveniente en mostrar a los asistentes su destreza a la hora de pincharse insulina, un hábito que ya no le sorprende ni a él ni al resto de sus compañeros, que lo ven con toda naturalidad. Claro que ya tiene experiencia, según explica su madre, Viviana Porto: «Es diabético desde los cuatro años y desde los siete se mide y pincha solo». Tanto a ella como a otros padres les gustaría que hubiese una especie de cuidadores pendientes de que los niños se midan el azúcar y se pinchen, para mayor tranquilidad.

Bertila Fernández, portavoz de la Federación Olívica de Nais e Pais de Alumnos (Foanpas), explicaba que en algún caso la propia familia está junto a los cuidadores, más que nada, para despejar cualquier duda sobre la alimentación de sus hijos y el proceso que sigue. «Hay una medición regulada por una nutricionista bajo la atención de un médico. Tiene que haber una báscula en el comedor», comenta. El menú de ayer era igual para todos: De primero, lentejas caseras; se segundo, salmón con pisto de verduras, patata y salsa de tomate, y de postre, fruta. Todo ello con pan y agua embotellada.