Los bufetes envían hasta 4 veces la misma demanda por miedo a fallos informáticos
29 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La mayoría de los juzgados de Vigo tienen la sensación de que, paradójicamente, están imprimiendo más folios desde que el Poder Judicial puso un marcha hace un año el programa informático LexNet y el objetivo de papel cero.
Una de las razones es que los abogados y procuradores, que están obligados a realizar sus gestiones de forma electrónica, se han vuelto más precavidos por causa de los continuos fallos de la plataforma judicial LexNet, a que tienen que enviar sus archivos por correo electrónico. No se fían de que el documento escaneado llegue correctamente a su destino, pues la conexión con la web judicial se suele colgar por falta de capacidad. Por dicho motivo, los profesionales envían hasta cuatro veces la misma demanda para asegurarse de que el archivo llega a las oficinas judiciales.
Debido a esta práctica, los funcionarios se encuentran con que muchas demandas que tramitan e imprimen son copias de otra anterior que ya les llegó por LexNet. A veces, llegan por triplicado pero no pueden comprobarlo hasta que las leen en su mesa y descubren que el texto es el mismo. No lo pueden saber antes porque esos archivos entran en la plataforma LexNet desparejados, a medida que otros procuradores también envían sus documentos. Y tampoco hay ninguna referencia que haga sospechar que unos y otros documentos son, en realidad, la misma demanda. Paradójicamente, en vez de imprimir menos papel que antes, los juzgados gastan más folios y tóner.
Así lo confirma una letrada judicial de primera instancia: «Ahora gastamos más, nos llegan las demandas repetidas. El LexNet sigue dando problemas, los mismos de siempre», dice la misma jurista con resignación, con una mesa llena de voluminosas carpetas y expedientes.
Textos borrosos e ilegibles
Los defectos de LexNet han obligado a los profesionales a buscar trucos para comprimir el tamaño de sus archivos para que no excedan el tope máximo de 10 megas de capacidad de la línea judicial. Por eso, muchos envían sus textos escaneados a baja resolución. Un apaño que desespera a los responsables de las oficinas judiciales. Aseguran que están recibiendo archivos por LexNet con la letra ilegible, imposible de ver lo que pone porque el texto aparece difuminado y casi invisible. Otros documentos son tan borrosos y oscuros que no pueden leerlos: «Tenemos que pedir al procurador que lo vuelva a escanear y no los envíe de nuevo», afirma una letrada judicial.
Todo el sistema montado entorno a la plataforma LexNet falla en un punto: lentitud y baja capacidad de transmisión si se tiene en cuenta que algunos procedimientos suman hasta 3.000 páginas. El sistema es incapaz de transmitirlo y todo se debe hacer a mano como antaño.
Pero también hay excepciones. El juzgado de primera instancia número 11 de Vigo fue pionero en implantar el papel cero y asegura haber reducido tajantemente su gasto en folios y tóner. Los funcionarios están entrenados para abrir y consultar en la pantalla los textos de los archivos y tramitarlos electrónicamente sin imprimir copias para consultarlas como hace el resto del personal, que necesita un referente físico. Fuentes del juzgado indicaron hace meses que habían suprimido por completo el papel. Un oasis electrónico en medio de una montaña de papel.
La oficina de reparto descarga diez USB al día con archivos que exceden el tamaño
Los funcionarios de la Oficina de Turno de Reparto de los juzgados descargan entre ocho y diez lápices USB al día que contienen voluminosas demandas que presentan los abogados y procuradores personalmente porque exceden el tope de tamaño de 10 megas de la plataforma digital LexNet. «Hay días que no traen ninguno pero lo normal son ocho o diez», señalan fuentes jurídicas.
Algunos archivos llegan infectados y salta la alerta del antivirus. Los funcionarios se niegan a descargar el USB y lo devuelven. En los primeros meses del LexNet, hubo incidentes pero «ahora se acostumbraron a limpiarlos antes». Los profesionales también se han vuelto precavidos: «Siempre llevo en el bolso tres USB por si uno da alerta de virus y tengo que pasar el archivo a otro que esté limpio». No obstante, algunos juristas confiesan que presentan las demandas en USB porque «es más cómodo, de lo contrario lo habría metido anoche en la plataforma desde mi despacho».
Un procurador aclaró ayer de que cuentan con una vía alternativa para enviar archivos pesados: «Tenemos una plataforma propia del Consejo de Procuradores que dispone de capacidad ilimitada de megas y que está en conexión con LexNet, a través de la cual podemos presentar escritos y demandas de mayor tamaño». Pero un colega duda de tal solución porque cuando la red de los procuradores reenvía ese archivo a LexNet, salta un error por exceso de cabida y el juzgado lo rechaza y devuelve.