Rondas policiales tras la trifulca que puso en jaque a un tribunal

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

óscar vázquez

El juez decano pide un informe sobre la alteración del orden público por parte de un visitante que quedó en libertad con cargos

21 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Son los juzgados seguros? La Voz hizo ayer un chequeo para evaluar la seguridad tras el incidente ocurrido el miércoles en las oficinas de un tribunal, cuando un hombre colérico entró a protestar por una ejecución de sentencia, golpeó el mobiliario y encerró a dos funcionarias. Fueron necesarios cinco policías para reducirlo. Algunos expertos en seguridad insistieron ayer en que este episodio fue un caso «excepcional». Las funcionarias afectadas coinciden en que nunca vieron nada parecido en su carrera.

A primera vista, el edificio de la Audiencia está blindado. En la entrada hay un escáner y los visitantes deben pasar un control por si portan armas. Además, la policía de la entrada realiza habitualmente rondas por los pasillos y pisos para detectar incidencias. Esta misma semana, los agentes sacaron a un hombre mayor que protestaba iracundo por el trato que, según él, había recibido. Al oír el jaleo, ya había personal apostado en las cercanías, lo que prueba la rápida reacción.

Algunas funcionarias señalan que la solución a la seguridad en los juzgados pasaría porque las oficinas sean diseñadas con mostradores para evitar que los visitantes las acorralen en sus mesas y despachos cerrados.

Por su parte, las autoridades judiciales van a investigar el incidente. El juez decano de Vigo, Germán Serrano, requirió ayer un informe al enlace policial en los tribunales para conocer los detalles del episodio del toxicómano que entró furioso en las oficinas del juzgado de lo penal número 1 de Vigo el miércoles. La pretensión del decano es comprender qué ocurrió, aclarar si hubo el altercado y una conducta penal y proponer soluciones para evitar más incidentes.

Serrano también pidió la versión del juzgado, pues el implicado, supuestamente, acorraló y amenazó a las funcionarias, a dos de las cuales encerró en un despacho, y golpeó objetos. El implicado venía «muy agresivo» porque tenía que ingresar en prisión por no pagar una multa de 150 euros aunque, hace una semana, la funcionaria encargada de su caso le informó de que aún podía recurrir contra esa medida.

El detenido compareció ayer en el juzgado de instrucción número 5 de Vigo, en funciones de guardia, y el fiscal pidió su libertad con cargos por la alteración del orden público. El implicado fue examinado durante la mañana de ayer por una forense para determinar si padece alguna anomalía psíquica ya que, según él, actuó bajo un ataque de ansiedad y por influencia de la metadona. Podría presentar algún tipo de alteración psíquica.

Fuentes de la consellería de Xustiza indicaron ayer que la Xunta y el Ministerio del Interior tienen firmado un convenio de colaboración en materia de seguridad en los edificios de la Administración de Justicia en Galicia. La idea es que miembros de la Policía Nacional o de la Guardia Civil proporcionen vigilancia y protección a las instalaciones. Esto es entendido de una forma global, tanto en lo que se refiere a las personas como al patrimonio e integridad del edificio.

Según Xustiza, la seguridad del ejercicio de un poder estatal, como lo es el judicial, corresponde a las fuerzas de seguridad. La Xunta como responsable de los medios materiales cuida del acceso al edificio y de existir algún problema, los guardias o policías acudirían para solventarlo.

En cuanto a otros incidentes ocurridos en los juzgados de Vigo, la Xunta señala que suelen ser cuestiones «puntuales o alguna trifulca con motivo de un juicio», pero en estos casos es responsabilidad del juzgado el avisar previamente, si prevé conflictividad, a las fuerzas del orden, que reforzarían dicha seguridad.