El significado de afouteza

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua LA TRAPALLADA

VIGO CIUDAD

13 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las maniobras más audaces del Celta fue traducir su himno al gallego. «O teu lema é nobre xogo, afouteza e corazón», corea Balaídos. El término afouteza caló y el club supo explotarlo con la osadía que merece. La palabra se convirtió en el santo y seña del celtismo, después de escapar del pozo negro de Segunda y colarse en Europa desde la humildad que aportan, a la fuerza, una suspensión de pagos y un irrisorio presupuesto en un mundo que un día fue deporte pero que hoy es un capítulo más de los manuales de ciencias empresariales. Afouteza es algo así como una reivindicación, entre el orgullo y la chulería: «Cobraréis millones, pero aquí estamos nosotros». Por eso, cuando en junio de este año, después de clasificarse para la UEFA, el club hizo su campaña de abonados, la afición sonrió por debajo de la nariz: «Ensinémoslle ao mundo o significado de afouteza», desafiaban los carteles. Intrepidez. Valor. Valentía. Osadía.

Ahora el presidente vende el club a los chinos. Nada que objetar: es el dueño. Pero toda la operación está marcada con su sello personal: apela siempre al corazón de la afición, al sacrificio personal, al celtismo impenitente; vende al mejor postor, aunque no tenga ningún compromiso con el territorio ni garantice que el proyecto estará por encima de la cuenta de explotación; pega un pelotazo que, a la espera de las cifras oficiales, algunos ya cifran en 80 millones de euros de ganancia; y lo envuelve todo en el incomprensible manto de opacidad que ya se ha convertido en marca de la casa. Así que, al fin, el mundo ha descubierto lo que significa afouteza. Según Mouriño.