El objetivo son los accionistas con un paquete importante, no aquellos con uno o dos títulos
01 oct 2016 . Actualizado a las 16:36 h.Un grupo de profesionales, a instancias de importantes accionistas del club, se ha lanzado a adquirir el máximo posible del 47,7 % del accionariado minoritario del Celta. La estrategia no incluye los paquetes testimoniales de una o dos acciones, sino a aquellas empresas o particulares que cuentan con un lote significativo que pueda aumentar el porcentaje que ofertar al grupo chino CITS. El precio que están ofreciendo por acción es de 12 euros, una cantidad muy inferior a los más de 300 en que ha sido valorado cada título en el acuerdo de venta, lo que significa en la práctica una plusvalía del 2.500 %, según fuentes que conocen la operación.
La exigencia del grupo asiático es hacerse con el 100 % de los títulos. No es algo particular de CITS, sino una estrategia habitual en todas las operaciones de compra del gigante asiático. En el caso del Celta, se encuentra con un doble problema que pudiera alterar un proceso de compra que ya está en fase definitiva. Por un lado está la bolsa de los pequeños accionistas (un 20 %) que en su día se hicieron con uno o dos títulos para ayudar al club de sus amores y cuyo título en absoluto está en venta.
Y por otro lado aparecen grupos como el sindicado, cuya mayoría de miembros no están dispuestos a vender por el precio que se les está ofreciendo. En este caso su porcentaje de acciones (por encima del 12 %) parece clave para que la operación se pueda llevar a cabo en los términos exigidos por el comprador. No obstante, sí ha trascendido que hay un exfutbolista al que se le está apremiando que podría vender por ese precio en fechas muy próximas un paquete superior al millar de acciones.
Los contactos entre los potenciales compradores y los accionistas minoritarios con lotes significativos se remontan a varios meses atrás, y desde el principio la cantidad ofertada se ha mantenido inamovible, jugando con la baza que una futura ampliación de capital todavía devaluaría aun más un título que en su origen costó 60 euros y que tras la reducción de capital se quedó en 10. De hecho una de las bazas para la compra es ofertar dos euros por encima del valor nominal actual, aunque en un escenario completamente diferente. Porque el montante accionarial cobra una trascendencia vital en el proceso. En estos momentos el Celta cuenta con 377.210 acciones que se reparten el capital social establecido de 3.770.021 euros.
CITS no es nuevo en el mundo del fútbol. Aunque su razón social responda a una empresa de viajes, es uno de los vehículos del gobierno chino para llevar a cabo sus planes de expansión futbolística. Estuvo a punto de hacerse con el Granada el pasado verano y ahora ve la oportunidad en el Celta, uno de los 20 clubes que estaban en venta. El probable comprador responde a la estrategia del gigante asiático de penetrar en el fútbol europeo con un triple objetivo: el primero, captar talentos para su fútbol y poder traer jugadores para su formación. El segundo, copiar el método e implantarlo en el fútbol chino, y el tercero, hacer negocio, de ahí que apuesten por conjuntos conocidos o que se encuentren en un momento álgido.
Todo, bajo las directrices del Gobierno chino, que ha abierto 80.000 escuelas de fútbol y que pretende llevar al país al primer plano balompédico y tener una selección que gane el Mundial del año 2050.
Medio año buscando comprador chino
Hace seis meses que la cúpula del club dio la orden de buscar un comprador chino para sus acciones en el Celta, según han confirmado fuentes consultadas. El momento de tomar la decisión coincide con el cénit deportivo del club en los últimos años, con el equipo terminando en sexta posición en Primera División y con el billete para Europa diez años después, aspectos estos últimos que todavía han hecho más atractivo el pastel para los inversores chinos.
En estos momentos el valor del Celta ha pegado un salto importante. Todo juega a su favor: el apartado económico, patrimonial y el aspecto deportivo. Incluso la marca se ha reforzado con estos tres pilares y el valor del equipo se ha disparado en los últimos tiempos. Todos estos valores deben constar en una Due Diligence que obra en poder de CITS desde hace tiempo.
Sin embargo, que la negociación venga de atrás y esté muy avanzada no es sinónimo de que la operación se vaya a cerrar de un modo inmediato. El proceso de compra de una empresa por parte de una firma que actúa como emisaria del Gobierno chino puede durar hasta diez meses, y no por los problemas que puedan surgir durante el camino, sino porque los tramos para cada gestión y paso están estipulados y no existen atajos.
No obstante, que los accionistas a quienes se les quiere comprar acciones reciban una especie de ultimátum en cuanto a fecha invita a pensar que CITS quiere una solución cuanto antes para saber cuál será su paquete accionarial si decide comprar.
Mientras tanto han comenzado a surgir las primeras voces críticas de la afición con la decisión de Mouriño. No solo en las redes sociales, sino el jueves en el campo en el partido de Europa League. Protestas que se podrían repetir mañana ante el Barça.