Sin casa y pagando alquiler, 200 víctimas del PXOM anulado exigen soluciones
01 oct 2016 . Actualizado a las 08:14 h.El dinoseto de la Porta do Sol recuerda el cuaternario. Junto a él algunos damnificados por la suspensión del Plan Xeral han retrocedido forzosamente en el tiempo y han tenido que regresar al marco jurídico del año 1993 tras las inversiones efectuadas. Han perdido mucho dinero. La suspensión del Plan Xeral de Ordenación Municipal del año 2008 ha dejado tiradas al menos a 200 familias que habían invertido sus ahorros en comprar una pequeña parcela para poder levantar una casa, aunque fuese prefabricada. Era la ilusión de toda la vida que han derrumbado los tribunales y la mala actuación de las administraciones por decisiones equivocadas.
La Federación de Asociaciones de Vecinos está celebrando en su sede de la Praza da Princesa unas jornadas para abordar las consecuencias de este problema desde diferentes ópticas. Ayer el portavoz de SOS PXOM Óscar Lomba, reclamó una ciudad más amable y los ingenieros invitados expusieron la necesidad de que Vigo cuente con suelo industrial con un precio competitivo porque los terrenos para montar empresas son muy caros. También señalaron que han sugerido que la alta tensión llegue hasta la ciudad, para facilitar el acceso a la energía de las grandes empresas. En estos momento solo hay acceso a líneas de media tensión.
Entre los asistentes a las conferencias organizadas por la plataforma SOS PXOM se encuentran algunas de las familias directamente afectadas.
Los damnificados se quejan de que María José Caride, concejala de Urbanismo (y antigua conselleira que aprobó el plan sin el informe ambiental necesario) no tenga el valor de dar la cara en las jornadas y ofrecer información y una solución a los ciudadanos perjudicados.
cabral
Mar Fornos y Javier Losada. «Esto es surrealista. Es como una película de Almodóvar», opinan sobre la situación que están viviendo. Les ofrecieron una finca de 1.200 metros cuadrados en Cabral, cerca de las instalaciones del geriátrico y de la piscina y campos deportivos de Máis que Auga. El terreno valía inicialmente 240.000 euros. Pero como el propietario no lograba venderlo lo bajó a 200.000. Mar y su marido le convencieron para que les vendiese la mitad de la parcela. En el Concello les aceptaron la segregación. «Como el plan del año 2008 nos obligaba a dejar un acceso amplio a la finca que está situada detrás, de nueve metros, al final la parcela para construir se nos quedó en 400 metros. Con lo que pagamos por ella y tasas e impuestos desembolsamos en total 111.000 euros, que ahora no sirven para nada». Para adquirir la finca de Cabral para hacer su casa, que cuenta con luz y alcantarillado tuvieron que vender el ático en el que residía en Ramón Nieto. En la operación perdieron 40.000 euros porque el piso lo adquirieron en pleno bum inmobiliario y lo vendieron en el 2015. Ahora viven de alquiler
san xoán paulo
Enrique Torres y Ana Collazo. Compraron una finca de 498 metros en la parroquia de San Xoán Paulo, cerca de las instalaciones de Aqualia. La escarpada parroquia ofrece unas vistas espectaculares al mar. El terreno estafa cementado y servía de aparcamiento a los vecinos de la zona. «Ahora nos piden un mínimo de 750 metros para edificar, que era la superficie que regía en el año 1993 para poder levantar una casa en dicha zona. Por suerte no hemos tenido que vender nuestro hogar».
beade
Blanca González y José Luis Eijo. «Cuando compramos el terreno en Beade en agosto del año 2015, la parcela era urbana. Nos costó 94.000 euros más otros 8.800 de tasas y gastos. Ahora nos dicen que esa parcela no es edificable y su precio de mercado es ahora de tan solo 14.900 euros y que no podemos construir nada en él». Blanca González pone de relieve que «me han dicho que ahora no me dejan construir por la VG-20 porque según los planos del año 93 esos terrenos están afectados por el segundo cinturón de circunvalación. Pero la realidad es que la autovía VG-20 es que el cinturón ya está hecho y pasa por otro lado. Para comprar la finca vendimos nuestro piso de Celso Emilio Ferreiro, en el mismo edificio donde vive la suegra del alcalde y también vendimos una casa de fin de semana que teníamos en Mougás porque nos hacía falta el dinero para comprar el terreno y para construir una vivienda. Queríamos hacer una casa grande para que viniese a vivir con nosotros nuestra hija y el nieto que está en camino. Ahora tenemos que pagar dos alquileres que suman 1.300 euros al mes, el de nuestra hija y el nuestro».
Los afectados por la anulación del Plan Xeral que quejan de que la Xunta y el Concello «solo quieren sacar adelante los grandes proyectos tras la anulación del plan». Es decir se van a hacer proyectos supramunicipales para Citroën y grandes empresas mientras que los ciudadanos se quedan sin solución. Así se va a realizar un plan para Balaídos
Los vecinos se lamentan de su situación respecto a los grandes: «Nosotros siempre hemos querido actuar según la ley y estamos pagando las consecuencias de todo esto».