El vandalismo vuelve a Príncipe a la espera de que se coloquen las cámaras de vigilancia

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Óscar Vázquez

La estatua de Manuel Castro ha sido asaltada en varias ocasiones

24 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras los actos vandálicos que dañaron en agosto la exposición fotográfica de Javier Teniente, la calle del Príncipe vuelve a convertirse en objetivo de las gamberradas. Nunca se imaginó Manuel Castro que su imagen sería tan golosa para los bárbaros. La escultura del vendedor de periódicos situada a escasos metros del Marco ha aparecido de nuevo mutilada. Por enésima vez el índice de Castro se ha quedado sin el diario que sujetaba en un alarde de equilibrio. Desde su instalación en Príncipe le ha pasado de todo, desde quedarse sin dedo a aparecer doblado el periódico e incluso sin él como sucede ahora.

Entre una restauración y otra la estatua ha pasado largas temporadas mutilada hasta el punto de tener que reclamar su autor la restauración «porque no es un homenaje a E. T. », decía Jandro en una ocasión, en referencia a la actitud del dedo apuntando al cielo sin el diario.

El Concello ya no sabe cómo evitar la actuación de los gamberros. La restauración de la figura de bronce ha sido realizada en alguna ocasión bajo la supervisión del autor. A juzgar por el resultado no ha sido suficiente.

Ante la repetición del vandalismo en la calle más céntrica y comercial de Vigo, el alcalde anunció hace un mes la colocación de cámaras para garantizar la seguridad. Aunque en principio Abel Caballero no era muy amigo de recurrir a este sistema, finalmente se ha rendido a la evidencia al comprobar que la presencia de los agentes de la Policía Local no es suficiente.

Tal como aseguró entonces, el proceso para su colocación es lento. Además de los plazos que requiere el contrato, también son necesarios varios permisos como el de la subdelegación del Gobierno.

Las cámaras cubrirán toda la calle y actuarán como herramienta disuasoria para mejorar la seguridad y evitar actos como los que se han venido repitiendo durante el verano. Su colocación ya había sido planteada por los comerciantes de Príncipe en varias ocasiones, tras aparecer algún escaparate dañado o con motivo de los robos. Los ataques sufridos por la exposición de Teniente no hicieron más que acelerar la decisión.

Aunque las cámaras no garantizan la seguridad al cien por cien, al menos se espera una reducción y que contribuyan a identificar a aquellos que osen en seguir con las gamberradas.