Exjugadoras recuerdan la figura de Paco Araújo en vísperas del memorial en su honor
22 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Cada vez que pronuncias el nombre de Paco Araújo entre las jugadoras que pasaron por el Celta durante su mandato, se genera un torbellino de emociones. El cariños, el respeto y la admiración bañan las los recuerdos que Pilar Varela, Gema García, Mar Xantal y Noemí Jordana atesoran del que fuera presidente del club, y al que este sábado se le rinde tributo en el memorial que lleva su nombre.
pilar valero
«Hizo resurgir al básquet»
Pilar Valero habla de Paco Araújo en presente. No lo puede evitar, sigue sin hacerse a la idea de que ya no está y cuando piensa en él se le amontonan los recuerdos. Todos buenos. «Cuando llegué a Vigo recuerdo el abrazo que le pegó a mis padres, era como si los conociera de toda la vida. A mi madre le tenía un cariño enorme, ese abrazo fue como decirles, tranquilos, la niña va a estar bien aquí. Aquello fue increíble, y Paco fue el culpable». A Araújo le atribuye Valero el haber recuperado para Vigo la pasión por el baloncesto femenino. «Creo que hizo resurgir al básquet femenino de la ciudad, devolvió a Vigo el baloncesto que se había perdido. Consiguió formar a un equipo de amigas y de grandes jugadoras, y así llegaron los éxitos».
Pero más allá del plano deportivo, la memoria de Pilar se centra en lo personal. En esas pequeños detalles que hicieron grande a Araújo. «Jugando los play-off en Lugo a mi padre le estaban operando del corazón y Paco me dijo, ‘te vas con tu padre, olvídate del partido’. Mi padre salió de la UVI y pude jugarlo, pero lo de decirte ‘te vas con tu padre, te olvidas del resto’, no lo hace nadie, solo Paco. Sin duda, Paco y el Celta marcaron mi carrera».
noemí jordana
«Un trato increíble»
«Todos los recuerdos son muy buenos, lo que Paco ha hecho por el Celta hay pocas personas que lo hacen. El trato que tenía como nosotras era simplemente increíble», dice Noemí Jordana. La baloncestista recuerda que los pequeños detalles eran los que definían al presidente del Celta. «Aparecía de vez en cuando en los entrenamientos, nunca sabías cuando veía. El trato siempre era muy bueno. Recuerdo que hacíamos las cenas de equipo en el Saíllo y Paco sabía que a mí me chifla el jamón. Había cenas que no lo había, me miraba y decía ‘Venga Suso, sácale un plato de jamón a la niña’. Nos tenía muy cuidadas, era muy detallista». Y al igual que sus compañeras, no olvida que no dudaba en poner dinero de su bolsillo si los salarios no llegaban a tiempo. «Cuando había retrasos en los pagos daba la cara, te llamaba y te decía que si necesitabas dinero para estudios, comer o lo que fuera, te lo adelantaba del suyo».
Su responsabilidad económica era tal, que «fue un ejemplo. Tuvo la inteligencia de que cuando el club económicamente no iba bien, fue realista. Dijo: ‘No vamos a endeudarnos, bajamos de categoría y cuando esté todo bien nos lo ganamos deportivamente y volvemos a subir’. Eso demuestra honestidad y es un ejemplo», describe Noemí.
gema garcía
«Éramos sus niñas»
Cuando con 18 años Gema García dejó Málaga para fichar por el Celta, lo primero que se encontró fue a un presidente «súper cercano que se preocupaba muchísimo por las jugadoras. Un encanto de persona, espectacular». Para Gema, Araújo era muy distinto a la mayoría de los rectores de clubes. «Era tan cercano, te cuidaba tanto... Para él éramos sus niñas, parecía un padre. Yo encima fui con 18 años para allá, recién salida de Málaga, y me trató como a su hija».
Gema todavía se ríe cuando recuerda su primer encuentro. «Me presenté en su despacho, me miró de arriba abajo, tan chiquita como soy yo, estuve hablando con él y después llamó a Miguel Méndez para preguntarle: ‘Oye, ¿estás seguro de que esta es la jugadora que querías?’. Semanas después me lo confesó», recuerda con cariño. Y es que la baloncestista tiene claro lo que Araújo significó para Vigo y el baloncesto femenino. «Lo fue todo. Tú dices Celta, y es Paco».
mar xantal
«En él podías confiar»
Mar Xantal echa la vista atrás y todo lo que recuerda de Paco Araújo son «vivencias inolvidables». «Tenía que ser recto o estricto como presidente, pero luego realmente en el día a día era de tú a tú. Sabiendo como sabía que vivíamos fuera de casa, siempre lo que tenía hacia las jugadoras era generosidad». Y recuerda que «era una persona en la que podías confiar plenamente. Si tenías algún problema, antes iba siempre mil veces lo humano que lo deportivo».
En el baúl de las anécdotas de Xantal está una final de Liga en Canarias. «Recuerdo que llegaba con esa forma de hablar que tenía y nos decía: ‘He tenido que pasarme todo el partido caminando por el paseo porque no podía ver el encuentro ¡Me lo hacéis pasar fatal¡’», cuenta Mar con cariño y nostalgia.
Y en su mente se ha quedado también grabada una frase que Paco le dijo. «Recuerdo que habíamos discutido por algo, no me acuerdo por qué. Nos enfadamos y le dije: ‘Contigo no se puede hablar, no voy hablar más contigo’. Se fue, a los cinco minutos volvió y me dijo: ‘Conmigo no dejes de hablar ni de discutir, porque el día que lo dejemos de hacer será porque uno de los dos no esté’. En ese momento lo abracé. Ahora esa frase me viene mil veces a la cabeza». Y es que Araújo dejó en cada jugadora que pasó por el Celta un recuerdo de cariño y admiración.