El fiscal pide la pena más elevada de la trama tras acusarlo de defraudar medio millón
14 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El promotor Juan Lago, administrador de la constructora Feyju Galicia SL, afronta un total de 8 años de cárcel y un millón de euros en multas como supuesto autor de 3 delitos de fraude fiscal y otro de falsedad documental. También se pide que devuelva a Hacienda medio millón de euros en impuestos defraudados. Se trata de la mayor petición fiscal de prisión contra uno de los empresarios implicados en la trama de Las 5 Jotas porque el resto llegó a acuerdos para reducir la pena. El juicio iba a celebrarse ayer en el juzgado de lo penal número 1 de Vigo pero fue suspendido.
Lago, dueño de la constructora Promalar y de la conservera Alfageme, fue declarado culpable en el 2012 por el juez de lo mercantil de Vigo de la insolvencia de la fábrica de conservas, que entró en concurso y liquidación. La constructora Feyju quebró en el 2011 por la crisis del ladrillo.
La Fiscalía sostiene que el administrador de Feyju Galicia, entre el 2006 y 2008, pidió facturas falsas al jefe de la carpintería Las 5 Jotas, José Manuel Costas, actualmente en búsqueda y captura, y a su hermano Jacobo, por un valor conjunto de 1,17 millones.
Siempre según la acusación, esos gastos ficticios los cargó para desgravar en el impuesto de sociedades de la constructora Feyju Galicia. Gracias a este truco, pudo ahorrarse un total de 352.758 euros, dinero que el fiscal considera que el empresario ha defraudado a Hacienda. A esta cantidad, hay que sumar otros 175.073 euros defraudados por la declaración del IVA que no le correspondía. En total, la presunta defraudación supera el medio millón de euros.
Según la Fiscalía, para hacer las facturas falsas se servían de trabajadores del grupo de Las 5 Jotas, a los que forzaban o convencían para darse de alta como autónomos para elaborar a su nombre o bajo nombres comerciales inventados y sin que los empleados que emitían los recibos supiesen de los manejos de sus jefes. Entre sus cómplices contaban con J.L.M., que aunque dirigía Grupo de Promociones en Madeira Candeán SLU y que estaba bajo el control absoluto de los dueños de Las 5 Jotas.
Las facturas que la carpintería, presuntamente, inventaba para Feyju Galicia eran de los más variadas. Un recibo del 2006 ascendió a 44.800 euros más IVA por 642 metros cuadrados de muros de bloque con cimentación, otros 53.199 por la mampostería, o 55.090 euros por el suministro y colocación de postes. Todas estas obras y material eran inexistentes, según la tesis de la Fiscalía.
Recolectar los kiwis
En el 2007, distintas empresas del grupo de carpintería le cargaron a Feyju facturas falsas por 185.630 euros por un movimiento de tierras con una excavadora que, según el fiscal, nunca existió, 83.996 euros por la instalación de unos falsos techos y otros 77.832 por colocar tarima flotante y rodapie.
Una de las obras que la Fiscalía considera ficticias costó 124.000 euros. El falso trabajo consistía en sanear 20.000 metros cuadrados de una finca de Redondela, sacar a mano todo el alambrado y las tuberías de agua, retirar postes de piedra y agruparlos, así como recolectar todos los kiwis para quemarlos. Ese año y el siguiente hubo facturas de 164.000 y 83.700 euros por lo mismo.
El fiscal pide 8 años y un mes de cárcel para el empresario. Son dos años de prisión por cada uno de los 3 delitos de defraudación a Hacienda y dos años y un mes por el de falsedad documental. La acusación también solicita que se le prohíba durante 12 años obtener subvenciones o ayudas públicas así como incentivos fiscales.
El jefe de Las 5 Jotas no se presentó ayer al juicio porque está fugado desde junio.
Feyju, una contratista de obra pública que quebró
La constructora Feyju Galicia, próxima a Promalar, era una de las empresas más importantes de Vigo y estaba especializada en las contratas de obra pública. En el 2006 obtuvo 1,2 millones de beneficio. En el 2008 facturó 10 millones y entre sus encargos figuraron el edificio de los juzgados de Ferrol, el Centro de Cultivos Energéticos que se construyó en el polígono de Platea y que los críticos locales consideraron un ejemplo del despilfarro, o el colegio público de Llera, en Extremadura. En el 2009, obtuvo la adjudicación de las obras de la oficina de empleo de Lalín.
Feyju pertenecía al dueño de la promotora Promalar, Juan Lago. La constructora matriz también está en liquidación tras quebrar en el 2011, arrastrada por la debacle de la conservera Alfageme, que acumuló 60 millones en deudas. La Fiscalía logró que el juez de lo mercantil le declarase culpable, junto a su hijo Gustavo, por no impedir la insolvencia de la conservera Alfageme, que compró unos años antes. El Tribunal Supremo confirmó la condena del mercantil pero los implicados han recurrido ante más altas instancias por lo que la sentencia aún podría revocarse por motivos constitucionales. Promalar tenía ambiciosos proyectos para construir 5.000 viviendas en O Morrazo para lo que compró suelo en Aldán y Bueu que, en los últimos años, ha sido subastados sin mucho éxito. El patrimonio de Alfageme, incluidas la marca Miau y la fábrica de Tomás A. Alonso, también ha salido a subasta.