Las auxiliares del naval vigués ya exportan el 80 % de su producción

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El sector vuelve de Alemania y Noruega con negociaciones firmes de nuevos encargos

10 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La automoción es el sector más internacionalizado de la economía viguesa, pero el naval no se queda atrás.

No estamos hablando solo de los astilleros, cuya carga de trabajo suele llegar en la mayoría de los casos de armador extranjero, sino de la industria auxiliar que, tras la crisis de pedidos que ha sufrido el sector en los últimos años, ha sabido diversificar su cartera de clientes fuera del mercado gallego con bastante éxito.

Según datos de la propia patronal del metal Asime (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia), el 80 % de todo lo que produce la red de empresas auxiliares del naval se va fuera de Galicia. Los astilleros de Asturias y País Vasco son buenos contratistas de las firmas vigueses. Pero el trabajo llega también de fuera de España, en forma de contratos para astilleros o constructores de grandes infraestructuras off shore de países de centro y Sudamérica, además de México, Francia, Alemania y Noruega.

Estos dos últimos países han sido objeto de sendas visitas recientes por parte del sector del naval vigués. Primero, con su asistencia a la feria ONS celebrada en Stavanger, en Noruega; e inmediatamente después, con la participación en la SMM de Hamburgo (Alemania).

«En Stavanger hemos constatado la tristeza por la que atraviesa el off shore», afirma Enrique Mallón, el secretario general de Asime. Explica que se trata de un certamen especializado en el mercado de buques para la industria del gas y el petróleo, que no se encuentra en un buen momento debido al bajo precio del crudo.

El «off shore» está triste

Esto se ha visto reflejado en una gran disminución de la actividad y, como consecuencia de la misma, se ha producido una reducción de la demanda en toda la cadena de suministros y especialmente, en la contratación de buques para este sector que afecta directamente a los astilleros gallegos, como es el caso de Hijos de J. Barreras y Metalships, ambos controlados por petroleras (Pemex y China Sonangol, respectivamente).

Donde sí brilló el buen momento de la construcción naval, pero en otro tipo de segmentos, como los buques de pasaje, cargueros y pesqueros) fue en Hamburgo.

Allí estuvieron representados prácticamente todos los astilleros de la ría de Vigo, además de una treintena de empresas del sector que acudieron con Asime, y el clúster del naval de Galicia, Aclunaga.

«La feria contó con la presencia de más de 400 profesionales del sector naval que se trasladaron desde Galicia», aseguró Mallón.

El gerente de la patronal gallega del metal destacó los numerosos contactos establecidos en Hamburgo, y las negociaciones firmes de posibles contratos establecidas por las auxiliares.

Mientras no se recupera la industria del petróleo, ¿Donde están las oportunidades de carga de trabajo para la construcción naval gallega y su red de auxiliar? Fuentes del sector explican que los contactos de las empresas gallegas se centraron en compañías armadoras de Estados Unidos, Noruega, Alemania, Francia o incluso de la India.

«El objetivo es posicionarnos bien para la construcción de ferris, remolcadores, dragas o patrulleras, y en la opción de renovar las flotas pesqueras españolas, pero también las de otros países», explican.

Armón gana un oceanográfico y los astilleros de la ría pujan por una unidad para el IEO

El astillero vigués Armón Vigo, de matriz asturiana, construirá un buque de investigación oceanográfica para el Gobierno argentino, tras adjudicarse el concurso internacional, que cuenta con un presupuesto de cerca de 10 millones de euros.

Mientras, los astilleros de la ría de Vigo se posicionan para optar a la licitación de un nuevo buque científico, para el IEO (Instituto Español de Oceanografía).

Aunque este tipo construcciones tienen que salir a concurso, los astilleros vigueses tienen muchas posibilidades de hacerse con el contrato. Y es que Vigo está considerada una potencia europea en el montaje de buques científicos que desempeñan misiones en los mares de todo el mundo. De las gradas de Armón, Freire ha salido buena parte de la flota oceanográfica, además tiene su base en la ciudad. El buque que el IEO pedirá al nuevo Gobierno, valorado en 70 millones de euros, está llamado a convertirse en la joya de la corona de la investigación española.