Comienza la transformación de los dos cabezales del puente de Rande

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Esta semana se instalarán las coronaciones metálicas de las que partirán los 80 nuevos tirantes

29 ago 2016 . Actualizado a las 17:08 h.

Todo está preparado en la cima del puente de Rande para dar inicio a la transformación que cambiará para siempre el perfil del paso sobre la ría y que acumula 35 años en funcionamiento en su configuración actual. Durante esta semana llegarán a las bases del puente las piezas de acero con las que se rematarán las dos estructuras que cuentan con forma de portería de rugbi y de cuya parte superior parten los 80 tirantes que caracterizan el puente. La parte superior de la infraestructura pasará a contar con una forma similar a la de un abrebotellas con las piezas metálicas a adosar en los próximos días y que le dará más resistencia a los pilares impidiendo que se separen con el nuevo peso que tendrán que soportar de los nuevos carriles exteriores y los tirantes que se duplicarán en su número actual para sostener los añadidos que constructoras y concesionaria prevén estén concluidos el próximo agosto.

Tras ser laminado el acero de los nuevos cabezales en la factoría alemana de Dillinger, fue posteriormente cortado en Avilés y soldado finalmente en la planta de O Carballiño del Grupo Dizmar para darle ya la forma con la que encajarán en la parte superior de los pilares.

Una vez concluida la colocación y fijación de los cabezales, que serán izados desde el mar con las grúas que ya han sido utilizadas para levantar sendas plataformas en las cimas del puente, el cronograma de la obra marca como segundo hito definitivo la colocación en octubre de la denominada «dovela cero», la primera de las piezas del armazón metálico que se convertirán en el esqueleto de los nuevos carriles. Dicha dovela se anclará lateralmente al tablero actual junto a uno de los pilares. Antes, se fijará a los nuevos cabeceros el primero de los tirantes a sumar al puente.

A partir de ese momento la ampliación de Rande entrará en una de las fases que requiere de mayor coordinación, dado que será necesario colocar otra dovela en el otro sentido, y otras dos en los pilares de enfrente en lo que será el arranque de la ampliación. 

Cuatro equipos

Los ingenieros que siguen la obra señalan que es crucial repartir de manera precisa el peso que se vaya añadiendo a lo largo de la infraestructura sobre la ría, para evitar desequilibrios y someter a la construcción a fatigas imprevistas. Por ello actuarán simultáneamente cuatro equipos de montaje de dovelas, las cuales partirán a la altura de cada pilar tanto hacia las orillas como al centro de manera simultánea.

Cada vez que se ancle una dovela, esta será sujeta a un nuevo tirante de acero fijado a los nuevos cabezales metálicos de la parte superior. Toda esta operación tendrá que realizarse sin parones hasta que los dos nuevos carriles en su estructura metálica estén concluidos, momento en el que el peso añadido estará perfectamente distribuido y sujeto lateralmente y los cabezales. Los carriles acogerán después una capa de hormigón de 20 centímetros y sobre ella se colocará el asfalto.

Un último cambio en el proyecto hará posible que el tráfico local utilice el centro del puente

Oscar Vazquez

El proyecto de ampliación del puente de Rande ha sufrido desde que fue ideado y presentado en octubre del 2007 por Emilio Pérez Touriño y Abel Caballero diversas correcciones y cambios.

Ni siquiera la construcción de los dos carriles exteriores quedó al margen del debate, ya que con la obra adjudicada, colocada la primera piedra y, en teoría en marcha, las dos constructoras que ganaron la obra -Dragados y el Grupo Puentes- intentaron con todas sus fuerzas que se les permitiese encajar en el tablero actual las dos nuevas calzadas ideadas para ser ubicadas por fuera de los pilares.

Desechada dicha petición por el Ministerio de Fomento, Audasa y la UTE empresarial diseñaron un sistema para hacer interoperables el tráfico local entre Vigo y O Morrazo entre el actual tablero y los nuevos carriles en función del volumen de usuarios o ante cualquier percance en el puente. Audasa habilitaría en momento concretos desde su centro de control la posibilidad de que el tráfico que entrase en la AP-9 por Moaña pudiese hacerlo tanto por el tablero central como por el exterior, y lo mismo en sentido contrario. Pero finalmente, con otra última modificación ideada este verano, los vehículos que vayan por los carriles del puente actual podrán dirigirse también a O Morrazo, como los que procedan del corredor podrán acceder al tablero central.

Dicho cambio nada tiene que ver con las tres interconexiones que por sentido tendrán los nuevos carriles con los centrales, que podrán ser utilizadas en caso de emergencia en operaciones especiales dirigidas por Tráfico o los trabajadores de Audasa.