Una viguesa en la cuna del teatro

Irene Jiménez Toledo VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Jessica González ha estrenado en Londres una obra escrita por ella, además de actuar en muchas otras

25 ago 2016 . Actualizado a las 11:53 h.

Jessica González se fue a Londres hace cinco años y medio persiguiendo el sueño de ser actriz. Actuó con la Spanish Theatre Company, entre otras, pero no se conformó con interpretar. También se ha lanzado a la dirección y el año pasado estrenó en un teatro de la capital inglesa una obra escrita por ella. Reconoce que es un mundo duro y sigue luchando sin parar. Ya tiene varios proyectos, tanto en teatro como en cortometrajes.

-¿Cómo empezó en el mundo del teatro?

- Empecé en el colegio y continué en el instituto. Pero, a la hora de estudiar, mis familia era un poco reacia a que me dedicase a eso. Era como que tenía que estudiar algo con lo que se pudiesen pagar las facturas, por eso estudié Comercio Internacional. Aun así yo sabía que eso no era lo mío y que quería actuar.

-Además de trabajar como actriz también ha creado una compañía de teatro. ¿Cómo surgió?

-Estaba trabajando en Milán para una empresa que suministraba material a hospitales, y allí conocía a David Lemos. Él tenía varios guiones que nunca se había atrevido a llevar más allá, y yo quería actuar, así que decidimos montar la compañía Pathos Theatre. Empezamos con una obra suya, La hija de la Matrioska, en un café-teatro al que íbamos allí. Luego también pudimos estrenarla en el local Uff, aquí en Vigo, en un festival el Cáceres y el en teatro-café Arenal de Madrid. Y así empezó un poco todo.

-¿Por qué decidió irse a Londres?

-Aquí no surgía nada a nivel profesional, y me dije: ‘Ahora quiero actuar en inglés’. Y me fui a Londres, a intentar buscarme la vida como actriz.

-¿Lo ha conseguido o hay que tirar de otros trabajos?

-Hay que tirar de otros trabajos. A veces te salen trabajos remunerados, pero hasta que no consigues ya cierto caché es muy difícil sustentarte solo con eso.

-Además de actuar también escribe y dirige...

-Sí, es complicado. A veces me dicen que me centre en una cosa y la haga bien, al 100 %, pero disfruto mucho con todo el proceso. Mi primera vocación es ser actriz. Luego, lo de escribir es algo que siempre me ha gustado. De hecho tengo cuatro blogs y ya el año pasado me lancé a dirigir por primera vez una obra que había escrito yo, Lecciones para diseccionar un corazón.

-¿Qué hay que hacer para estrenar una obra en Londres?

-Todo empezó cuando hicimos El viaje de la Matrioska allí. Es muy complicado conseguir papeles protagonistas en un país que no es el tuyo, y estaba cansada de esperar, así que decidí hacer que la oportunidad surgiera para mi. Por eso decidí producir la obra de David. Además tuve la suerte de conocer al dueño de un teatro cuya familia era de A Coruña, y me ayudó mucho. Nos hizo precio: si no recaudábamos cierta cantidad de taquilla no nos cobraba el teatro. La obra salió adelante con la ayuda de amigos y compañeros de otros trabajos, y salió bien, porque no perdí dinero y me trajo otros proyectos. Además, fue una experiencia tan enriquecedora que me lancé a hacer otra obra, Lecciones para diseccionar un corazón. Antes de que acabe el año me gustaría producir una tercera.

-¿De qué teatro guardas un recuerdo especial?

-Le tengo mucho cariño al Barons Court Theatre, donde hice Yerma, porque tengo buena relación con el dueño y es un teatro pequeño que da cercanía con el público. Y también al Southwark Playhouse, porque es un teatro bastante importante en Londres.

-¿Cuál es su máxima aspiración en este mundillo?

-¡Un oscar! ¡O un goya! (Risas). Y en cualquiera de las tres categorías que podría ganarlo. Al final, lo que quieres es poder vivir de ello. Y poder viajar y conocer gente haciendo lo que te gusta.