Eiras resiste con casi un 90 % de agua en un verano seco y de altas temperaturas

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El embalse clave para el abastecimiento del área de Vigo supera las reservas del año pasado y garantiza el suministro

22 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La climatología de Vigo durante los dos meses transcurridos del verano, previsiblemente los más calurosos, ha sido excepcional basada en dos criterios: temperaturas anormalmente elevadas y mantenidas en el tiempo y ausencia absoluta de precipitaciones minimanente significativas. En ese contexto, la situación del embalse de Eiras, que el pasado día 15 se mantenía en casi un 88 % de ocupación, es una noticia muy positiva.

No es infrecuente que el mayor embalse de la comarca soporte bien el verano, pero sí uno como el actual, en el que más de las mitad de los días de julio se superaron los 30 grados y en el que pasaron dos meses sin lluvia. Las escasas precipitaciones de la mañana del viernes último son una anécdota en esta temporada de canícula casi mesetaria en el que casi se ha llegado a los 40 grados en Vigo y se han superado en zonas próximas.

Con el 87,69 % de ocupación de hace una semana, Eiras certifica que no hay problemas de suministro en el horizonte, a lo que se añade también una buena situación de los dos embalses menores: un 84,16 % en el de Zamáns (cuya capacidad es el 10 % de la de Eiras) y un 72,75 % en el de Baíña (Baiona), el más pequeño de los tres.

Con relación a los ejercicios anteriores, el volumen embalsado es superior a la misma fecha del 2015 ((76,59 %), del 2103 (85,26 %) y desde luego a la del 2011, en el que una primavera sin lluvia estuvo a punto de complicar el abastecimiento a la vuelta del otoño. A mediados de agosto del 2011, Eiras estaba solo al 67,12 %, y en las semanas siguientes la caída de las reservas fue muy acelerada.

Como suele ser habitual, esta primavera finalizó con el embalse al completo (100 % el 6 de junio), y a partir de aquí la tendencia es decreciente, aunque con diferente intensidad. De hecho, el 11 de julio prácticamente no se había movido (99,30 %), pero el 8 de agosto ya estaba en el 91.11 %, y la semana siguiente bajó algo más de 3 puntos. Zamáns y Baíña han seguido pautas casi calcadas, aunque este último perdía más de 15 puntos de ocupación en el último mes.

El hecho de que durante los últimos cinco años no se hayan producido problemas con las reservas de Eiras ha colocado en el cajón de los proyectos no urgentes el trasvase del Verdugo al Oitavén, una opción que estuvo a punto de activarse al comienzo del otoño del 2011. En aquella ocasión el pantano estuvo con escasa capacidad de agua almacenada y se retrasaron las lluvias del otoño, provocando las protestas del alcalde vigués.

Desde la Xunta se aguantó dada la envergadura de la obra a acometer, pero a la vez controlando ya que limitar el suministro de agua a casi medio millón de personas podría originar una crisis desconocida en la comunidad en las últimas décadas. En este contexto, la Xunta convocó a finales de agosto a los alcaldes de los municipios implicados (Vigo, Ponte Caldelas y Soutomaior), a una reunión con el entonces conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández.

Se manejó entonces un gasto para realizar el trasvase de unos 15 millones de euros, que finalmente no fue necesario ejecutar. Pese a ello, afloraron las discrepancias. Caballero quería que se realizara en la cabecera de los ríos, para que agua tuviera mayor pureza, mientras la Xunta se inclinaba por las cercanías de sus desembocaduras.