Intocables

Soledad Antón García
Soledad Antón EL MENTIDERO

VIGO CIUDAD

11 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo sabemos bien los habitantes, en Vigo todo cuesta. Y no solo por cuestiones orográficas, que también, sino por lo mucho que hay que remar para conseguir servicios que a otras ciudades, a las que multiplica en población, le vienen dados por el mero hecho de ser capital de provincia. Por eso, resulta tan difícil entender que algunas cosas que sí tenemos, y que tanto contribuyen a tirar de la economía local, terminen entrando en juegos partidistas y partidarios que lo único que consiguen es embarrar el campo e impedir que corra la pelota.

Alguien denunció en su día que Vigo limita al norte con el puerto. Es una frase recurrente, pero tristemente cierta. La frontera ha sido más o menos difusa en función de quién estuviera al mando en las plazas, la del Rei y la de A Estrela. La llegada a la segunda de López Veiga, que presume de entenderse con Caballero, ha mejorado el paso. Lo inaudito es que sea noticia que el alcalde y el presidente del principal recinto exportador ya no solo de Vigo, sino de Galicia, vayan de la mano. Ya sabemos a qué conducen los enrocamientos.

O no. Igual no hemos aprendido que hay instituciones intocables en las que todo lo que no sea Fuenteovejuna termina teniendo un alto coste para la ciudad. Crucemos los dedos para que no volvamos a sufrirlo a costa de la guerra abierta en Zona Franca. Porque mientras Caballero y Pedrosa tratan de demostrar quién tiene más galones en el consorcio, los presupuestos, con 44 millones en inversiones, están empantanados. Algún empresario teme que Hacienda se cabree y se lleve el dinero. «¡Con la falta que hace aquí!». Lo que de verdad se echa en falta es sentido común.