Las Cíes podrían llegar a ser patrimonio mixto

Antón Lois VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Ó. V.

Con el resto de las islas tendrían un mayor reconocimiento de la Unesco a los valores naturales y culturales

01 ago 2016 . Actualizado a las 10:07 h.

«Una candidatura que se presentará en contra de la Xunta y del PP». Decía esta semana el alcalde de Vigo. Nada mejor que una declaración de guerra para aliñar algo tan amable como una propuesta de patrimonio mundial. Quizás no sea el mejor punto de partida para un proceso que cuando se inicie de verdad (de momento es solo propaganda), necesitará el acuerdo de la administración local, autonómica y estatal.

El proceso es lento y, en contra de lo que se sigue diciendo, la inscripción previa en la lista provisional no compite con nada ni con nadie. La discrepancia de fondo es sencilla: el Concello de Vigo propone que las Cíes, solo Cíes, sean declaradas patrimonio mundial (en rigor no de la humanidad, que siguen sin enterarse que el mundo es más que nuestra especie) y la Xunta defiende que dicha propuesta incluya la totalidad de los archipiélagos que forman el Parque Nacional das Illas Atlánticas.

Cuando las cosas llegan a este estado de conflicto, en el que «o estás conmigo o estás contra Vigo», es difícil un diálogo razonado, pero por intentarlo, que no quede. Al menos por una vez, y ya nos gustaría que sirviera de precedente, coincidimos con la propuesta de la Xunta.

Permitan que lo argumentemos. Localismos aparte, decía el alcalde hace unos días que, entre otras cosas dudaba de que el resto de islas del parque albergaran valores dignos de cumplir los requisitos mínimos para su declaración. Semejante afirmación solo puede explicarse desde un pertinaz desconocimiento de los criterios e indicadores que la Unesco propone para que un lugar pueda optar a ser considerado patrimonio mundial natural y, consecuentemente, un profundo desconocimiento de los valores naturales de los restantes archipiélagos del parque nacional.

Es imposible citar los endemismos botánicos y la comunidad relicta de anfibios de características únicas en el mundo que existen en Ons, junto con su etnografía y su cultura todavía viva. No podríamos describir la geología única de Sálvora, y como olvidar en esta isla la historia épica de las heroínas, aquellas niñas que en el naufragio del buque Santa Isabel escribieron la más estremecedora página de valor (y feminismo) de la costa gallega.

No hay espacio para describir la belleza de la laurisilva de Cortegada, sin parangón en la Europa continental, ni su inabarcable diversidad micológica. En contra de la aventurada afirmación del alcalde, por supuesto que el resto de islas cumplen objetivamente con los requisitos exigidos por la Unesco y en algunos aspectos superan a nuestras Cíes, cuyos valores son también excepcionales y bien conocidos.

En definitiva, la inclusión de los restantes archipiélagos no solo sumaría valor añadido a la propuesta, sino que lo multiplicaría. Y que no sea uno, sino varios los promotores es un criterio que aporta solidez. Sería el primer caso en el mundo de un concello que presentara en solitario su propuesta a un patrimonio mundial. Cual el pobre Gollum solo se preocupa por su tesoro.

La propuesta del Concello es poco ambiciosa, porque además se limita a proponer Cíes como patrimonio natural, cuando con el resto de islas podría optar con posibilidades de éxito a considerarse patrimonio mixto, que incluye a aquellos espacios que combinan en armonía valores naturales y culturales y de los que existen muy pocos en el mundo.

Pero también es poco ambiciosa por ese empecinamiento localista que, sin duda, será estimado desfavorablemente por quienes tengan que hacer la evaluación, al chocar con el espíritu con el que nació la red de lugares del patrimonio mundial. Para completar la contradicción, en el pleno del martes el concejal López Font argumentaba que incluir al resto de islas en la declaración «tiene trampa, ya que implica a otros concellos». Es difícil encontrar un momento peor para decir algo así justamente horas antes de firmar el nacimiento del Área Metropolitana de Vigo. Resulta que la cooperación entre concellos viene siendo una trampa. No deja de tener cierta gracia.