Apaciguando el calor en las fuentes... sin garantía sanitaria

Irene Jiménez Toledo VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Joseba Cuña

Los datos públicos del laboratorio municipal son del 2014 y 2015, aunque algunos análisis también se han realizado este año

29 jul 2016 . Actualizado a las 07:56 h.

Vigo cuenta con aproximadamente 398 fuentes de agua pública, de las cuales solo 27 están clasificadas como agua apta para el consumo, según los últimos datos hechos públicos por el Concello.

Con la ola de calor de las últimas semanas las fuentes son un lugar de parada obligatorio para combatir el bochorno y la deshidratación. Oficialmente, muchos de ellos reciben la etiqueta de «sin garantías sanitarias», pero la gente sigue bebiendo. La mayoría lo hace por desconocimiento, pero, cuando se les indica, aseguran que seguirán consumiéndola, no solo en momento, sino también para llevársela a casa.

En la finca de San Roque se encuentra una de esas fuentes, calificada como sin garantía sanitaria en el análisis de junio de 2014, último reflejado en la web municipal. Esto no significa que no sea apta para el consumo humano, sino que no cumple determinados parámetros legales, como haber sido tratada con cloro. En análisis anteriores de 2013 se clasificaba como no apta.

Para Julia Iglesias esa clasificación no tiene importancia. Considera que el agua de San Roque es «una mina». Ella lleva toda la vida bebiendo agua de allí. «A xente vén porque a auga é moi boa, é rica ao padal aínda que non o poña no cartel», argumenta. Luis Faro bebía en esa fuente hace más de 40 años. «Entonces nadie te informaba, bebías de la primera fuente que veías», comenta. En estos días se ha acercado al lugar donde vivió hace cuatro décadas, y no volvería a beber: «Hoy en día nunca se sabe, y si no te dan garantías...», dice Luis Faro.

El parque de Castrelos es uno de los mejores lugares de la ciudad para escapar de estos días calurosos que azotan Galicia. Sombra y fuentes son la combinación ideal para refrescarse, pero ninguna de las del parque cuentan con agua potable según los análisis del 2014 del laboratorio municipal.

Son muchos los que van a hacer deporte y paran a beber, como Rafael Alonso, Anxo Puime y Lucas Alonso, que paran en su ruta en bicicleta para rellenar las cantimploras. No sabían que la fuente no tiene garantías sanitarias, no hay ningún cartel que informe de ello. «Siempre hemos bebido y nunca ha pasado nada, además paramos aquí porque es de donde sale más fría el agua», dice Rafael.

Manuel Fernández es consciente de que esa fuente no tiene garantías sanitarias, pero lo atribuye a que al Ayuntamiento le cuesta dinero analizarla. «Hay gente que la ha llevado a analizar y les han dicho que está bien, que es potable. Pero no lo aseguran y así si pasa algo no están comprometidos», dice Manuel Fernández mientras rellena cuatro botellas de cristal porque, dice, las de plástico son más perjudiciales. Al hilo de la conversación Serafín García exclama: «¡Eu xa bebín hoxe para morrer!». Argumenta que, aunque no haya ningún cartel, está el escudo de Ayuntamiento en la fuente, como respaldo de su fiabilidad. «Lleva años, todos bebemos de ella y nunca nos ha pasado nada. A lo mejor ahora llego a casa y me pongo malo», bromea.

Dentro del mismo parque, justo al lado del museo Quiñones de León hay otras dos fuentes. Estas están clasificadas como no potables en el análisis de septiembre de 2014. En tres minutos paran cuatro personas a beber. Al lado de ambas fuentes, separadas por unos pocos pasos, hay dos letreros, uno en el que se indica el nombre de la fuente y otro en el que no pone nada.

Antonio Vázquez acude con un vaso. Cuenta que allí la gente siempre se ha refrescado allí. «Cuando estás por los jardines un rato mucha gente se acerca a beber, hay gente que viene incluso con garrafas de cinco litros para llenarlas», cuenta.

Diego Muñoz no volverá a utilizar esa fuente ahora que sabe que no es potable. «Me parece mal que no tenga ningún cartel, sobre todo por los niños, que pueden ser más sensibles a este tipo de agua», comenta.

La fuente de Roade, situada en Alcabre, también está catalogada como sin garantía sanitaria, y en plena hora punta de vuelta de la playa no hay mucha gente que se pare a beber. Una familia que vuelve de la playa comenta que la fuente antes tenía una placa, pero que ya no la tiene.

Los análisis del agua los realiza el laboratorio municipal de Vigo, aunque esta competencia pertenecería a la comunidad autónoma. En su página web, el laboratorio explica las diferentes clasificaciones e las fuentes en relación a la legislación vigente. Aunque los análisis siguen realizándose, hay 32 fuentes que no han sido inspeccionadas por no tener información suficiente.

Además, los últimos datos publicados en la web son del 2015, y en algunos casos del 2014. Esto no significa que el laboratorio municipal no haya hecho más análisis desde entonces. Sí se han realizado, incluso este año, aunque el Ayuntamiento no informa de ello en su web.