Anthrax

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO CIUDAD

22 jul 2016 . Actualizado a las 09:55 h.

Hacía tiempo que no veíamos en Castrelos un gran concierto de nivel internacional. Y lo tuvimos el martes, con Anthrax, una banda de prestigio mundial que llevó más de tres mil personas a la zona de pago y abarrotó poleiro.

Los de Nueva York demostraron que siguen en plena forma 35 años después de su primer concierto. No hubo chorros de fuego como en el inolvidable recital de Metallica en 1999. Y se rebajaron los decibelios porque las ordenanzas de los nuevos tiempos mandan. Los vecinos más cascarrabias, esos que se quedan viendo a toda caña ‘Sálvame de Luxe’ hasta la madrugada, pudieron descansar en paz. Así que añoramos el volumen brutal de aquellos bafles que, hace 17 años, nos hacían salir el corazón por la boca.

Por otra parte, conciertazo. Sin duda los teloneros tomaron buena nota de una grandísima cantidad de cosas. Seguro que les vendrán bien en el futuro las lecciones aprendidas, también en la actitud. Es increíble que los locales te perdonen la vida, mientras los grandes se comportan con una humildad, una profesionalidad y una categoría formidables. Se ve que es lo que hay.

La crítica está en que es probable que este concierto no se anunció convenientemente. La zona de pago estaba abarrotada, pero cabían unas dos mil personas más. Y todos sabemos que el público del hardrock no falla. Lo demuestra en el Resurrection Fest cada año. Anthrax no se publicitó como debiera. Y hablamos, insisto, de una calidad acreditada mundialmente. Con 20 fechas en Estados Unidos en los próximos meses. Por lo demás, noche inolvidable. Conciertazo. Nivelón. Larga vida a Castrelos y al rockandroll.