Los feriantes viven las fiestas de Coia bajo el puente de la VG-20

adrián viéitez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Más de 50 caravanas vuelven a ubicarse en la zona del Lagares que conecta con Navia para las festividades del barrio vigués

05 jul 2016 . Actualizado a las 13:29 h.

Para la mayoría de familias feriantes que participan en las fiestas de Coia la situación de los últimos años sigue sin cambiar en este 2016. Ante la inexistencia de alternativas propuestas por el Concello para la ubicación de sus caravanas, más de 50 familias han vuelto a verse obligadas a estacionarse bajo el puente del río Lagares que se encuentra en la VG-20, entre Navia y San Andrés de Comesaña.

Con alrededor de 30 grados en el ambiente, todos estos grupos de feriantes se preparaban ayer a media tarde para regresar a sus puestos, por cuarto día consecutivo, en la celebración que tiene lugar cada mes de julio en el barrio vigués de Coia.

Las familias que residen en este lugar durante los seis días que dura la festividad viguesa se ven obligadas a emplear sus propios recursos para su supervivencia, utilizando agua que traen ellos mismos del exterior y forzándose a emplear únicamente electrodomésticos portátiles.

Estas personas no reciben «siquiera servicio de alcantarillado o cubos de basura», como explica Sonia, una madre de familia que comenta que esta situación no es nueva para ella, que lleva trabajando en las ferias desde que nació.

Sonia, al igual que las demás familias asentadas en Navia, realiza cada verano una gira por las ferias de Galicia con su puesto, y comenta que «en otras ciudades los servicios que se ofrecen a los feriantes son mucho mejores», señalando que es únicamente en Vigo donde se ven «obligados a vivir en estas circunstancias».

Otra mujer que pide no ser identificada habla en nombre de su familia explicando cuál es el proceso que se ven obligados a seguir cada día con el objetivo de instalar sus puestos en la feria de Coia, la cual terminará en la tarde-noche del miércoles. Señala que, cada noche, se ven «obligados a trasladar todo el material de su puesto de venta» desde la ubicación de la feria, al lado de la rotonda del Alfageme de Coia, hasta su caravana. Alrededor de tres kilómetros de distancia que las familias asentadas en Navia recorren dos veces durante cada día de las festividades.

Ante el hecho de que algunos feriantes gocen del privilegio de dormir en caravanas ubicadas en el propio recinto de la feria y contando con servicio tanto eléctrico como agua, esta mujer zanja, sin mayores explicaciones, que «simplemente, algunos nacen con estrella y otros no».

La situación, tras cuatro días de celebración en Coia, tampoco le sorprende, ya que este es el tercer año que se ven obligados a vivir en esta localización desde que, en el 2013, el alcalde Abel Caballero tomase la decisión de expulsarlos del terreno que ocupaban en Navia. Una situación que se repetirá en dos semanas con la celebración de las también tradicionales fiestas de Bouzas, durante las cuales estas familias vuelven a colocar sus medios de trabajo en esta localización desprovista de cualquier tipo de servicio eléctrico ni de acondicionamiento humano.

Algunas caravanas sí pasan la noche en el recinto

Pese a la situación que se vive bajo el puente del río Lagares en la VG-20, sí existen algunos feriantes que gozan de la posibilidad de pasar la noche en el recinto de la feria de Coia. Lo hacen, además, conectando sus caravanas al servicio eléctrico y de aguas del Concello. Es el caso, por ejemplo, de los encargados de las atracciones. Cundi, responsable de la atracción Boomerang y natural de O Porriño, señala que en su caravana gozan «de servicio eléctrico que llega por corriente al conectarse desde el poste de la luz», y admite que la feria de Coia es «muy grande y de las mejores para trabajar, muy por encima de las ferias de municipios menores». Además, Cundi asegura que desconoce el motivo por el cual existen feriantes a los que les es negada esta posibilidad de la que ellos disfrutan. La mayor parte de estos feriantes siguen un circuito común alrededor de los pueblos y ciudades de Galicia que los devolverá a Vigo en dos semanas con motivo de las fiestas de Bouzas.