Hay lista de espera para abrir en Príncipe

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El alquiler medio de los locales de cien metros, los más demandados, ronda los 8.000 euros

28 jun 2016 . Actualizado a las 09:59 h.

La recuperación económica ha llegado a la calle del Príncipe. Se nota en el incremento sostenido de las ventas, que confirman varios comerciantes, desde que arrancó el año, pero también en la apertura de nuevos establecimientos. En este momento apenas hay dos locales vacíos, pero solo en apariencia, según afirma un portavoz de la asociación de comerciantes de la zona, dado que ambos están ya alquilados pendientes de acondicionar y obtener los oportunos permisos para subir la persiana. «De hecho, hay lista de espera para conseguir un local en Príncipe», señala el citado portavoz.

Lo confirma Jesús González Besada, propietario de una inmobiliaria asentada en la calle desde hace décadas. «Vuelve a tener tirón. Siempre fue una zona muy activa, pero sufrió cierto bajón del que se está recuperando», dice. Añade que de momento el precio de los alquileres no es tan elevado como antes del inicio de la crisis, pero se va acercando. Los bajos más solicitados son los que tienen una superficie de entre 80 y 100 metros cuadrados, por los que se está pagando una media de 8.000 euros mensuales. El alquiler más caro supera los 60.000 euros, en este caso por un edificio de varias plantas.

También confirma González Besada que la recuperación empieza a extenderse a algunas calles aledañas. Así, la revitalización se hace evidente tanto en Eduardo Iglesias como en una parte de Velázquez Moreno. Por el contrario López de Neira, otrora conocida como la calle de la moda, sigue muerta.

Durante los años más duros de la crisis fueron varios los comerciantes que consigueron de sus caseros una rebaja en el alquiler como única solución para no bajar definitivamente la persiana. La condición era reponer la factura cuando volviera a entrar suficiente dinero en la caja para afrontar el gasto. «Ha llegado ese momento», asegura el gerente de la asociación de comerciantes.

El interés comercial que suscita Príncipe, sobre todo para las grandes cadenas comerciales, se evidencia en el hecho de que en algún caso están dispuestas a pagar cantidades importantes para garantizarse la reserva del bajo cuando todavía hay otro inquilino dentro.

Algunos de los últimos en establecerse en la calle han sido Decathlon (deportes), El Ganso (moda hombre y mujer), Tezenis (lencería), Flormar (cosmética) y Violeta (tallas grandes de Mango mujer). El solar que en su día ocupó el edificio de Barros, uno de los clásicos de la calle, está a punto de convertirse en un nuevo centro comercial. Un letrero anuncia el inminente inicio de la nueva construcción.

Pendiente asimismo de rehabilitación está otro edificio emblemático, el que durante 98 años y hasta mayo del pasado ocupó la Papelería Comercial. La declaración de ruina obligó a Joaquina Mur, su última inquilina, a abandonarlo.

La revitalización de Príncipe ha llegado a las galerías Durán. Prácticamente muertas durante los momentos más álgidos de la crisis, en los que llegaron a contarse con los dedos de una mano los locales abiertos, han tomado impulso y ahora apenas son dos los bajos cerrados.

La clave de la recuperación parece estar en la mezcla de moda y hostelería. La cafetería que ocupa el centro de las galerías ha conseguido insuflar el oxígeno que habían perdido y el trasiego de clientes ha vuelto a ser una constante.

El efecto Celta ya se hace notar

El desembarco de la sede del Real Club Celta en el corazón de Príncipe se ha convertido en un aliciente más para abrir comercio en la calle. Jesús González Besada, propietario de la inmobiliaria del mismo nombre, afirma que es un atractivo cuyo efecto se hace notar. Y es que a la vertiente puramente administrativa del edificio, se sumará una lúdica, comercial y hasta residencial, que garantizará una influencia no menor de potenciales clientes.

El inmueble, cuya apertura está prevista para el último mes del año o el primero del 2017, albergará la residencia de jugadores, lo que evitará el desplazamiento que ahora hacen a diario los jóvenes a Pontevedra, además de clínica con gimnasio y servicios de fisioterapia. También contará con cafetería, así como con tienda con el material deportivo oficial del club.

El Celta invirtió cinco millones de euros en comprar la antigua sede del Mercantil, cifra a la que hay que sumar el coste de las obras de rehabilitación. Realizó una entrega inicial de 3,5 millones.