Recuerdos del pelo largo

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Institutos de Vigo expedientaban por «excesos capilares» cuando en los 70 la moda hizo aparecer a los «melenudos»

27 jun 2016 . Actualizado a las 10:51 h.

Aún no existían en Vigo heavies ni hipsters. Pero la melena y las luengas barbas eran ya patrimonio de los hippies, de algunos poperos y de numerosos acólitos del rock. Así fue como el pelo largo provocó una conmoción en los institutos de Vigo a comienzos de los años 70, cuando, en los estertores de la dictadura franquista, los alumnos eran expedientados bajo la acusación de excesos capilares.

En 1974, la ciudad fue noticia cuando la agencia Europa Press difundió que el instituto de Formación Profesional Acelerada del Meixoeiro había expulsado del centro a dos melenudos. La historia salió también en diarios madrileños como Pueblo o ABC.

Una orden del centro había obligado a los estudiantes a cortarse las barbas y el pelo. La Voz de Galicia narra la polémica: «Provocó cierto desconcierto y la resistencia del alumnado a obedecer la orden. Sólo dos se afeitaron la barba y dirigieron un escrito de protesta al Secretariado de Asistencia y Promoción de Sindicatos».

Los alumnos fueron despedidos, pero tras salir en prensa la noticia, fueron readmitidos, aduciendo el instituto que la sanción era por no haber presentado el obligatorio certificado de buena conducta. El centro rectificaba, y así lo anunciaba otro teletipo: «Han sido readmitidos los dos alumnos expulsados hace unos días del centro tras negarse a cortarse el pelo». La Voz subrayaba: «Fueron readmitidos con la misma melena que tenían antes de abandonar el centro».

Pero la polémica estaba servida, aunque se vivía también en otros institutos vigueses, donde se intentó atajar la presencia de melenudos. El diario Pueblo, desde Madrid, comentaba, tras la readmisión de los estudiantes, que el patronato estaba «dispuesto a considerar la tendencia de la moda actual y la libertad del individuo para decidir sobre sus excesos capilares. Es probable que se obligue a los melenudos a utilizar redecillas protectoras».

«De momento, la mini-crisis de la melena parece superada, hasta que el Patronato resuelva hasta dónde puede llegar la longitud de los cabellos», acotaba La Voz en la crónica que ponía fin al caso.

La crisis fue reconducida como un problema higiénico, ya que los diarios advertían: «Según parece, en el obrador de confitería se advirtieron problemas de higiene, y llegaron a aparecer cabellos en los pasteles». Mientras, el patronato de la Acelerada emitía una nota asegurando que tomaría «medidas sobre los problemas de higiene y seguridad a que están dando lugar las melenas y las barbas de los alumnos».

La justificación sobre el pelo largo en la especialidad de pastelería sonó a excusa. Porque, desde dos años antes, en 1972, llegaban las primeras mujeres a cursar estudios en el instituto de la Acelerada de Vigo, concretamente en la rama de Confitería. Y ellas llevaban pelo largo sin problemas.

Así que la crisis de los melenudos terminó saldándose con un indulto general al pelo largo, bien que usando las preceptivas medidas de seguridad en los talleres. Y también se respetaron las barbas, que hacían furor en los años 70 como lo hacen hoy en día. Pero queda la memoria de cierta disciplina de otros tiempos.

Como el tema de Burning, son recuerdos del pelo largo.