«He tocado en los mejores auditorios del mundo; en Vigo, mi ciudad, nunca»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

CEDIDA

El joven trompetista vigués Rubén Simeó acaba de impartir una «master class» en el Conservatorio Central de Pekín

03 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A los 7 años, Rubén Simeó (Vigo, 1992) ya estaba dando la nota. Y no por casualidad. Su padre, el valenciano José Vicente Simeó, fue durante 25 años, profesor de trompeta en el Conservatorio Superior de Música de Vigo. Pero su hijo lo ha superado con creces ya que es un genio precoz de excepcionales facultades que no se ha quedado en niño prodigio, sino que ha sabido evolucionar enriqueciendo su carrera. Rubén, que tiene varios discos grabados (el primero de ellos a los 12 años), acumula premios en concursos desde niño y ha participado en numerosos programas de radio y televisión, dedica ahora parte de su tiempo a impartir cursos y clases magistrales en distintos países. Esta semana ofreció una master class en el Conservatorio Central de Pekín.

-Aunque ha estado en muchos países ¿Es su primera visita a Pekín?

-No. He estado ya varias veces en China, en giras de conciertos y dando master class en varias ocasiones, como profesor. Viajo mucho por Asia. Sobre todo a Japón, donde he grabado varios discos para la discográfica Avex Classic, en Tokio. Allí tienen una gran afición a la música clásica, en especial a la trompeta. Sorprende ver grandes auditorios totalmente llenos de público. Es una experiencia muy gratificante.

-¿Qué faceta suya le satisface más, la de concertista o la de profesor?

-De todo lo que hago extraigo algo positivo. Suelo participar asiduamente con la Orquesta Sinfónica de La ópera de Madrid, también en Bruselas, y ejerzo, como profesor en el conservatorio de música de Plasencia, en Cáceres. Todas estas actividades las alterno con mi carrera de concertista. Estoy continuamente de gira y vivo en Madrid, pero vengo mucho por mi tierra, porque me encanta.

-Con 24 años, lleva una carrera impresionante, pero parece que no es profeta en tu tierra. ¿Cómo es posible que nunca haya tocado en Vigo ¿Eso le entristece?

-Es algo extraño, porque he tenido la suerte de tocar en los mejores auditorios, en todos los continentes. En Galicia, toco asiduamente en el Palacio de Congresos de A Coruña y en Santiago, con sus bandas municipales y orquestas. Pero en Vigo todavía no. Espero que tengan en cuenta que soy paisano de esta maravillosa

ciudad, y pueda realizar algún concierto en sus auditorios.

-¿Qué papel jugó su padre en su elección musical?

-Yo lo veía siempre estudiar y dirigir bandas (ha dirigido durante 18 años la de O Rosal y dirige actualmente la banda municipal de Monçao. Me gustaba mucho ese ambiente y jugaba con sus trompetas. Por supuesto, él me inició en la música y ha guiado siempre mi carrera concertística. Ahora él se ha trasladado al Conservatorio de Valencia.

-La trompeta tiene fama de ser un instrumento difícil. ¿Hay

que tener unos buenos pulmones o es un mito?

-No. Lo que debe haber es una buena técnica de estudio, unas condiciones naturales y un plan de estudios y profesorado conveniente. Yo tuve la gran suerte de poder ampliar mi técnica con el trompetista Maurice André, así como estudiar en el conservatorio de París.

-Como trompetista clásico, ¿cuáles son sus referentes?

-Sobre todo mi maestro, Maurice André. Pero disfruto con muchos géneros si los intérpretes tienen calidad.

-¿Cree que los jóvenes de su edad lo pueden ver como un bicho raro?

-No, porque soy muy participativo, me encantan muchos deportes y algunos los practico asiduamente. Es básico tener una buena forma corporal. Dedicarme al estudio de la trompeta nunca ha supuesto para mí un sacrificio. Al contrario. Siempre me divertí mucho con ella en las bandas, donde tengo muchos amigos. Y en las giras he conocido muchos países y gentes. La música, además de ser un arte universal, es fantástica.

De niño prodigio a joven fenómeno. Con 24 años, el vigués Rubén Simeó es un portento en su especialidad, la trompeta. Su padre fue profesor de este instrumento en el Conservatorio Superior de Música de Vigo y lo llevó a su terreno. El niño comenzó a los 6 años estudiando violonchelo, pero a los 8 cambió a la trompeta.