El caso Fandicosta puede llevar a que el 112 modifique su protocolo ante emergencias

J.F. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los jóvenes  de 12 a 18 años seguirán teniendo que pagar en Vitrasa

31 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno vigués considera que el 112 no actuó correctamente ante el incendio de la empresa Fandicosta en Domaio, Moaña. Insiste en que se vetó la presencia de los bomberos de Vigo durante los primeros minutos, generando un retraso crucial. Desde la Xunta se mantiene lo contrario, que no hubo oposición a su asistencia y que de hecho acudieron cuando quisieron sin negativa alguna por su parte.

Pese a estas diferencias, ambas partes estuvieron ayer de acuerdo en llevar a cabo una modificación del protocolo de actuación del servicio de emergencias para mejorar su eficacia y que no haya dudas en estos casos. El gobierno socialista realizó la propuesta y el PP, que defendió la gestión del 112 y de la Xunta, la aceptó. Y también la Marea, que calificó de «neglixente» la actuación del organismo autonómico.

Ante las críticas, Miguel Fidalgo (PP), ensalzó como «impecable» la gestión de esta crisis, pero redujo el papel del 112 ante los incendios al calificar su cometido de «central de llamadas que atiende y acuerda».

La posición más dura provino de los socialistas, con un Carlos Font denunciando que ya ha pasado en casos anteriores que «el 112, al activar sus protocolos, no avisa a los bomberos de Vigo y Policía Local en relación con situaciones que se producen muy cerca de la localización física de estos servicios de Vigo».

En el caso de Fandicosta chocaron la ubicación física de la factoría y los protocolos del 112. La empresa de transformación de pescado siniestrada se encuentra en Domaio, al borde del puente de Rande y por tanto a tiro de piedra de Vigo. Y los incendios de O Morrazo dependen del parque de Bueu, situado al otro extremo de la península.

La transcripción de las conversaciones entre los bomberos de Vigo y el 112 es esgrimida como prueba por ambas partes. Ciertamente, en los diálogos no se prohíbe que acudan los bomberos de Vigo, pero tampoco se les reclama. Esto deja en el aire que el sistema en vigor sea el más adecuado en casos fronterizos como el presente.

El interés de Vigo por participar en servicios fuera de la ciudad fue cuestionado por el PP. «Si quieren ir a todo, perfecto, pero puede quedar la ciudad desatendida y el cuerpo tiene 15 bomberos menos que hace años y un mal sistema de comunicaciones». Font se enfadó con estas apreciaciones y le instó a pedir disculpas «a los funcionarios de esta casa, que habrán tomado nota de sus palabras».

Rechazada la moción sobre Vitrasa

Los 17.000 jóvenes de 12 a 18 años que residen en Vigo tendrán que seguir pagando por utilizar los autobuses de Vitrasa. La propuesta del PP, a la que se sumó la Marea, fue derrotada por los socialistas. Para el popular Diego Gago sería la forma de que el Concello igualara a la Xunta, que va a dar gratuidad en el transporte metropolitano a este colectivo. «Las tarifas actuales son mucho más caras que en otras ciudades de España. Deberían aceptar la propuesta porque esto es un atraco», remachó. Frente a estos argumentos, Ángeles Marra justificó su negativa en que el Concello destina el doble que hace una década a subvencionar las tarifas reducidas del transporte urbano. «Usted sabrá de qué lado está, nosotros de los jóvenes», zanjó Gago, el edil de menor edad del PP.