El Puerto quiere recuperar la presencia de nécoras en las dársenas

Soledad Antón García
Soledad Antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

Es uno de los objetivos que se ha marcado dentro del proyecto de crecimiento azul

29 may 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Devolver la presencia de nécoras y pulpo en las dársenas. Es el objetivo que se ha propuesto uno de los equipos de trabajo que participan en el proyecto de crecimiento azul (blue growth) que impulsa la Autoridad Portuaria de Vigo. Para ello estudian una regeneración en profundidad, «una tarea nada fácil», reconoce el presidente de la entidad, Enrique López Veiga, ya que llevan «años y años sin limpiar si es que se ha hecho alguna vez».

Participan en la iniciativa profesionales del Instituto Oceanográfico, Centro Tecnológico del mar y Campus do Mar, entre otros. El primer cometido será identificar los fondos, comprobar lo que hay, ver si se puede extraer y cómo sin provocar posibles daños medioambientales. Añade López Veiga que una segunda tarea, no menor, será buscar un lugar adecuado para su traslado y posterior inertización. «No sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar, pero es un trabajo que hay que hacer porque Vigo es un puerto limpio», dice.

Reconoce que lo que se ha sacado de las contadas zonas que se han dragado «es lamentable», por lo que se impone una «regeneración de verdad». Intuye que la zona más complicada no tanto a la hora de evaluar, sino de limpiar va a ser la zona anexa a los astilleros por los metales almacenados a lo largo de décadas y décadas de construcción naval. «Con la nueva normativa prácticamente ya no vierten nada al agua, pero seguro que lo acumulado es mucho».

Uno de los últimos informes realizados por el grupo de Bioquímica del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo (2013), confirma esa hipótesis. El equipo del profesor Ricardo Prego constató que el puerto vigués, junto con el de Ferrol, presentan los mayores índices de contaminación por cobre de Galicia. Y que los enclaves más contaminados se corresponden, además de con aquellas zonas de mayor tráfico portuario, con los astilleros. El cobre es un compuesto que se añade a la pintura de los barcos para evitar adherencias al casco.

Pero la contaminación por cobre no es la única que soporta la ría. También es abundante la presencia de zinc, mercurio, cadmio y plomo. Este último ha multiplicado por 1.300 su presencia en medio siglo. En general, toda la franja portuaria entre Bouzas y Guixar soporta los mayores índices de contaminación.

Ante semejante escenario de partida, López Veiga reconoce que el trabajo no va a resultar fácil. Por eso, de momento, han decidido no fijarse plazos hasta saber lo que de verdad esconden los sedimentos. «Los plazos va a marcarlos la propia metodología. Lo importante es que sabemos lo que queremos. También sabemos que con los sedimentos hay que ser especialmente cuidadosos, por eso lo primero será realizar una serie de catas para ver qué profundidad alcanzan y hasta dónde se puede llegar en la regeneración».

La iniciativa comunitaria blue growth es una estrategia a largo plazo para apoyar un crecimiento sostenible en el conjunto de los sectores marino y marítimo. Vigo está siendo el primero en llevarlo a la práctica por lo que Bruselas lo considera el espejo en el que invita a mirarse el resto de los puertos comunitarios.