Un neoyorquino con raíces viguesas relata desde China su pasión por Galicia

Olga Suárez Chamorro
olga suárez REDACCIÓN / LA VOZ

VIGO CIUDAD

CEDIDA

Daniel Otero, hijo de emigrantes, publica «Galician memories», una novela en la que tributa un homenaje a la tierra de sus antepasados

23 may 2016 . Actualizado a las 10:08 h.

Daniel Otero pisó Vigo ya de adulto. Sin embargo, este neoyorquino afincado en China ha convertido en una historia literaria su pasión por la tierra de sus padres.

Sus antepasados eran originarios de Cantabria y se instalaron en Vigo, pero hace más de medio siglo sus padres emigraron a Nueva York, donde él nació. Este «estadounidense de nacimiento, gallego de corazón», reside desde hace siete años en el sureste de China y acaba de hacer realidad su sueño: plasmar en papel sus Galician Memories, una novela escrita en inglés y ambientada en la tierra de su familia.

Otero nació en una ciudad marcada por la inmigración y con una importante comunidad gallega. Sus padres le inculcaron sus raíces y le hablaban mucho de Galicia, un lugar «con un idioma propio, unas marcadas raíces celtas, una comida peculiar?». Ellos suplían la distancia con celebraciones anuales en las que nunca faltaban gaiteiros con sus trajes tradicionales. También recuerda cómo ha conocido siempre a los gallegos que de una forma u otra han destacado en todos los ámbitos: «Fidel Castro, Martin Sheen, Susana Seivane?». También en Puerto Rico, donde vivió posteriormente, terminaba buscando los restaurantes que le llevaran a aquella tierra soñada: «Intentaba hablar alguna que otra palabra en gallego, aunque me frustraba mi poco conocimiento del idioma».

Al fin, en 1989 visitó por primera vez Galicia. Y recuerda aquel viaje de manera muy especial. «Sentía ese orgullo, el espíritu celta, pude ver partes del camino a Santiago y sus peregrinos. Probé quesos, empanadas, bacalao con patatas y vinos. Pude ver a los gaiteros y sus vestimentas, aquellos que tanto me inspiraron durante mi niñez en Nueva York», relata. Después volvió dos veces más, la última en el 2005, un años antes de empezar sus Galician Memories.

No obstante, la literaria ha sido una faceta costosa de su vida, que le ha llevado más de veinte años. En parte se atascó por sus confusiones en el idioma: «Comencé a escribir en 1995, pero no vi resultados hasta el 2003». El libro es la primera parte de una serie, publicada en inglés por Floricanto Press pero que espera sacar también en castellano.

Desmotivado por la crisis financiera, Daniel Otero decidió dar un cambio radical a su vida y se trasladó a China en el 2009. No le daba miedo el cambio: aparte de EE.UU. y Puerto Rico, como militar pasó temporadas en Islandia, Gran Bretaña, África y Oriente Medio. China era su asignatura pendiente y la debacle económica le dio la oportunidad. Allí optó a un trabajo de profesor y, de paso, pudo «conocer una de las culturas más antiguas del mundo y ganar experiencia». Instalado en la ciudad de Nanjing, en la provincia de Jiangsu, varios años después, enseña inglés enfocado a los negocios, «y también un poco de español». El trabajo le deja tiempo libre para desarrollar su pasión por la escritura. Además, colabora con dos periódicos, el Beijing Global Times y el Hangzhou Weekly. No obstante, siente que su etapa asiática llega al fin: «Deseo volver a Estados Unidos el próximo año, extraño demasiado a mis familiares y ya es tiempo de volver».

Galician Memories es su primera novela. Pese a completarla en el 2006, cuenta que la había enterrado entre sus archivos «pensando que no iría a ningún lado». Hace dos años, decidió recuperarla y corregirl. Pensó que, con todos los errores y horrores, la obra era «una maravillosa idea y es sobre mi Galicia querida». El pasado noviembre, la editorial Floricanto le dio el visto bueno para su publicación y por fin vio la luz. Ahora, aún en etapa promocional, destaca orgulloso que con el libro va a poder dar a conocer sus raíces en China y en Estados Unidos. «Mi sueño es introducir a Galicia en el mundo, que la gente la vea de forma objetiva su pasado y sus problemas sociales». Pero, aunque lo pueda parecer, esta no es una novela histórica. Se trata de una ficción en la que el escritor entrelaza la historia de Galicia con la de España, los problemas sociales de una región vista con los ojos de un extranjero que la conoce bien desde su infancia.