Las demandas hipotecarias caen en picado porque la banca elige pactar

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Los acuerdos extrajudiciales reducen a 56 las solicitudes de subasta, la mitad que antes

18 may 2016 . Actualizado a las 12:34 h.

Desde que empezó la crisis, nunca se había visto un bajón de este calibre en la presentación de demandas de ejecución hipotecaria. La razón es que la banca prefiere ahora pactar con el deudor y llegar a acuerdos extrajudiciales. Tuvieron que pasar ocho años para encontrar cifras tan bajas de solicitudes de subastas de bienes de morosos hipotecados.

Desde el 2008, se han registrado cada cuatrimestre una media de cien casos en los que los bancos pedían al juez que subastase la vivienda habitual o el chalé que una familia en paro o la nave industrial de un empresario endeudado que no podían pagar.

Pero la situación ha dado un giro. En lo que va de año, los juzgados de Vigo solo han registrado 56 demandas de ejecución de bienes hipotecados, lo que supone un descenso del 46,6 % respecto a hace un año, cuando se alcanzaron los 105 asuntos.

Para encontrar una actividad tan baja, habría que remontarse al 2008, unos meses antes de la tormenta perfecta de la crisis financiera y del ladrillo. En mayo de ese año, los juzgados estaban tramitando el mismo número de demandas contra hipotecados que ahora y cerraron el ejercicio con 176 demandas, la misma cifra estimada para el 2016.

¿Por qué ahora los bancos están presentado menos demandas contra los hipotecados? Los expertos consultados creen que el fin del bum del ladrillo redujo el número de nuevas hipotecas por lo que, ocho años después, solo quedan los coletazos. Por otro lado, las últimas leyes promulgadas son más protectoras con el comprador de primera vivienda y los jueces eliminan de su deuda las cláusulas abusivas.

El procurador vigués experto en derecho financiero, Jesús González-Puelles, ve tres posibles explicaciones al importante descenso registrado este año.

Por un lado, los jueces admiten menos demandas y por otra, existen menos hipotecas impagadas, nada que ver con la época de hace diez años. La cartera de expedientes para reclamar ha adelgazado con el paso del tiempo.

A todo esto, sostiene González-Puelles, es que las reformas procesales complican la presentación de ejecuciones hipotecarias y su propia tramitación se convierte en una carrera de obstáculos porque las leyes protegen al consumidor. Este, ahora, puede paralizar el proceso para oponerse a la cantidad reclamada si considera que el banco le ha aplicado intereses abusivos o cláusulas suelo. Todo esto retrasa el juicio varios meses o más.

«Últimamente, y dadas las complicaciones, los bancos se paran a ver cómo pueden arreglar cada caso, prefieren llegar a un acuerdo extrajudicial, por eso bajan tanto las ejecuciones», dice González-Puelles. Las entidades aceptan ampliar los plazos de pago a los deudores o buscar otras soluciones antes que ir a juicio.

Este descenso ya fue intuido por el letrado judicial del Servicio Común de Notificaciones y Embargos, Fernando Varela, quien se percató de que, a lo largo del último año, había cambiado el perfil del desahuciado. Ya no era un hipotecado que perdía su vivienda sino que se trataba de un empresario arruinado que se quedaba sin su nave industrial o un inquilino moroso desalojado por su casero. Los tres últimos juicios celebrados para fijar el lanzamiento de una familia desahuciada se referían a inquilinos sin recursos.

A ello se suma que entre enero y el 16 de mayo solo hubo 1.525 demandas de ejecución en Vigo, un 13,3 % menos que hace un año.