¿De dónde eres?

Carlos Punzón
Carlos Punzón PUNZADAS

VIGO CIUDAD

27 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

De dónde eres? La pregunta servía para completar la radiografía que el tutor hacía con la vista al cantar los nombres de la clase que ese curso le había tocado en gracia. Un «de Vigo», nunca servía como respuesta única. «¿Y tus padres?», añadía desde su mesa el profesor para verificar que en la recta final de su carrera ya nadie era de la ciudad en la que tampoco él había nacido. La aldea, a la que se apelaba a la vuelta del fin de semana como el horizonte mágico de las trastadas más silvestres, seguía siendo el referente vital de la mayoría de los que trazábamos a instancias del maestro el árbol genealógico-espacial de nuestros progenitores.

Ya no es así. Seis de cada diez habitantes de Vigo ha visto la luz por primera vez en su ciudad. Pero lejos de convertirse en un valor, aunque pueda generar defensa y cariño hacia donde uno es natural, la autoctonía revela a cuanto mayor porcentaje menor capacidad de atracción.

Lo hace evidente que Vigo sume cuatro años consecutivos perdiendo población, pero lo ratifica que en ese tiempo haya menos extranjeros también, menos inmigrantes procedentes de otras comunidades, menos gallegos llegados de otras provincias y hasta menos vecinos del resto de localidades de Pontevedra.

No atraer es un problema. Porque si no llegan nuevos vecinos significa que no encuentran en Vigo alicientes laborales, residenciales o de calidad de vida. No verlo no da un plus de mejor vigués, como tampoco la defensa que como razón solo mueve la bandera. Por eso, «¿de dónde eres?» más que nunca es lo de menos. ¿Qué se puede hacer aquí? Es la cuestión.