Nolo y Manuel son dos vigueses que desde Amsterdam proponen un modelo de negocio original: ofrecen visitas guiadas gratis por la ciudad de los canales. Al final del tour cada turista decide cuánto quiere pagar a su guía
21 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Uno es técnico de sonido. El otro estudió electrónica. A uno le gusta más la historia y al otro el humor. Ambos son de Vigo. Ambos se llaman Manuel. Y ambos tienen un trabajo inusual: son guías turísticos en Ámsterdam pero no cobran a sus clientes. Aquí cada uno paga lo que le parezca más justo.
«No nos consideramos guías turísticos ?aclara Manuel Arias al que todos conocen como Nolo? somos más bien acompañantes. Es como cuando vas a visitar una ciudad en la que vive un amigo tuyo y él te recomienda los mejores restaurantes, bares, discotecas y museos para que vayas. Eso es lo que hacemos nosotros». Estos dos vigueses llevan ya varios años trabajando en el negocio de los walking free tours (visitas a pie guiadas y gratuitas) que funciona de la siguiente forma: la empresa cita a los turistas en una plaza de la ciudad para un tour gratuito de 3 horas. Allí les espera un guía y este comienza la visita explicando las normas: «Nosotros no cobramos por este trabajo, lo único que os pedimos es que al final del tour, si lo habéis pasado bien, nos deis una propina». Y la fórmula funciona. Y muy bien. «Es mucho más fácil que des dinero por un tour después de te haya gustado, que que lo hagas por adelantado», explica Manuel Martín.
Este DJ y técnico de sonido lleva desde el 2008 en la ciudad de los canales y por ahora no piensa cambiar. «Mi trabajo es muy gratificante ya que conoces a mucha gente y estás con personas nuevas todos los días», justifica. Nolo también está encantado con su actual situación laboral: «Muchas veces nosotros somos el primer contacto que las personas tienen con la ciudad. Nuestra misión es hacer que los turistas se enamoren de Ámsterdam y no es difícil porque esta ciudad es espectacular».
las bicis y los canales
¿Por qué las casas están inclinadas?, ¿por qué se han creado los canales?, ¿cómo es posible que la ciudad esté por debajo del nivel del mar?. Estas son algunas de las preguntas que Manuel y Nolo intentan contestar durante sus tours. En estas 3 horas, los turistas visitarán una iglesia en medio del barrio rojo (conocido por la prostitución), descubrirán que las drogas no están legalizadas en los Países Bajos o cómo andar en bici en la ciudad de en la que hay mas bicicletas que habitantes. «Tenemos que intentar contestar siempre a todas las preguntas, contarles la historia de la ciudad de una forma entretenida y cautivar a todos para que al final nos den una buena propina», explica Nolo. Según este vigués de 32 años, ahí es donde está el éxito del negocio. «Nuestro trabajo tiene mucho de psicología ?opina Nolo?. Si quiero ganar dinero tengo que ser durante 3 horas el tío más divertido del mundo y enganchar a todos a mi discurso. Tengo que conquistar a la vez a mucha gente de ámbitos diferentes. En la misma visita puedo tener a un grupo de señores mayores, una familia con niños pequeños, a jóvenes mochileros y una pareja en su luna de miel. Tengo que conseguir que a todos les guste mi trabajo, sino no cobro». Quizás es por eso que el negocio crece cada año. «El feedback que recibimos de la gente es muy positivo ?cuenta Manuel? muchas veces al final del tour nos dicen: ?Ojalá fueras mi profe de historia».
Para todos los públicos
Manuel Martín lleva ya 8 años trabajando como guía turístico en el negocio de los free tours y dice que desde entonces hasta ahora muchas cosas han cambiado: «Antes este era un tour más de mochileros y, por lo tanto, las propinas no eran tan buenas, pero ahora son los padres de esos mochileros quienes vienen a hacer el tour». El boca a boca es lo que ha hecho que empresas como Sandermans existan en casi todas las capitales europeas. Nolo y Manuel son autónomos y trabajan esta empresa, que es la responsable por captar el turista y llevarlo hasta el punto de encuentro. Los guías antes de cada tour pagan a la empresa por los potenciales clientes. Y qué ganan a cambio? Las propinas.
«En el mundo de las propinas hay de todo ?explican los guías? hay familias enteras que al final del tour solo te dan dos euros y luego parejas que acaban dándote 50 o 60 euros por tus horas de trabajo». Pero esa incertidumbre no hace que estos gallegos se echen a tras o que el trabajo les deje de compensar. «Ahora mismo se gana mucho dinero con los free tours ?afirma Nolo Arias? es un negocio que está en claro crecimiento». Estos dos amigos cuentan que su vida cambia mucho según las temporadas. «En verano, semana Santa y en los festivos de España, hay mucho movimiento. Hacemos tantas visitas que llegamos a irnos a casa afónicos para hacer gárgaras de jengibre? Son meses de mucho trabajo, pero ahora, con la temporada baja, nuestra vida es más tranquila y relajada».
De guías a estrellas
«Ahora os voy a hablar de un tipo francés bajito y con mala leche? No, no es Sarkozy!, es Napoleón Bonaparte», bromea Nolo en medio de su tour. Sus clientes se ríen y así, rápidamente, él ha conseguido captar su atención. Nolo Arias calcula que unos 6 millones de turistas ya hayan hecho el tour con él, y Manuel, quien lleva más tiempo en este trabajo, estima que unos 15 millones han conocido la ciudad a través de sus ojos. «El otro día mi madre estaba en una boda en España y conoció a una pareja que había estado en Amsterdam hacía poco tiempo ?cuenta Manuel Martín? ellos le dijeron que habían hecho un tour gratuito por la ciudad y que les había tocado un guía gallego. Mi madre les comentó que yo era guía en Amsterdam y les enseñó mi foto. Lo mejor fue que, efectivamente, ellos habían estado hacía dos semanas haciendo el tour conmigo». Y es que anécdotas que muestran lo pequeño que es el mundo no les faltan. Nolo, por ejemplo, ya se encontró en sus tours a amigos gallegos de infancia con los cuales había perdido el contacto y hasta con familiares. «Esto de que miras a una persona porque te recuerda a alguien pero crees que es solo coincidencia hasta que te dicen? ?Tu por casualidad no serás de Vigo, de García Barbón, no??».
Y el que piense que estos dos amigos solo son conocidos en Amsterdam, está engañado. «El otro día fui a Barcelona ?confiesa Nolo? y cuando iba por la calle escuché ?¡Nolo!,? me giré y me preguntan: ¿Tú no eres guía turístico en Amsterdam? Hemos hecho el tour contigo hace unas semanas!».
Falta de oportunidades
Tanto Nolo como Manuel se consideran «hijos de la crisis». Nolo, por ejemplo, llevaba 6 años trabajando en el sector de las telecomunicaciones, «hasta tenía hasta un contrato indefinido», pero de un día para otro se vio en el paro y decidió que tenía que emigrar. «El aquél momento no tenía hipoteca ni pareja ni nada que me impidiese probar suerte en otro país, quería mejorar mi ingles así que mi primera idea fue irme a Londres», confiesa Nolo. Este vigués decidió entonces pedir consejo a su amigo Manuel quien ya había vivido en la capital británica. «Manuel me dijo que en Londres iba antes a aprender portugués o italiano que inglés y que era mejor que me viniera a Ámsterdam. Y eso fue lo que hice». Y no le fue mal, al menos de momento.