El zoco

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua LA TRAPALLADA

VIGO CIUDAD

11 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Se reparte estos días el poder en España como en un zoco marroquí. Aceptar un precio a la primera equivale a ofender al otro. Así que hay que impostar aspavientos, exagerar reacciones, dar muchos puñetazos en la mesa y lanzar ultimátums y vetos a diestro y siniestro. No importa negociar, importa que parezca que se negocia. Importan la apariencia de firmeza y las líneas rojas, los no consentimos, los ni hablar de y los en ningún caso.

Se reparte el poder como en un zoco y en Vigo sabemos bastante de mercadillos. Porque llevamos décadas hablando del Área Metropolitana y, sobre todo, de quién tiene que mandar en ella, de la misma forma que en el zoco se regatea el precio de una camisa entre sorbos de te.

Todo ha quedado reducido a eso. A poder. A mandar. A controlar. A dirigir el transporte desde uno u otro despacho, a repartir contratos a los amigos de uno a los amigos del otro, que a menudo son amigos entre sí y amigos de todos, a cobrar más dietas y a tener más votos. No sabemos si el Área Metropolitana va a mejorar en algo la vida de la gente, si vamos a poder dejar el coche en casa porque tendremos conexiones rápidas con el entorno en transporte público, si pagaremos menos impuestos y si los servicios van ser mejores. No lo sabemos, como no sabemos nada que sea de utilidad. Lo que sabemos es que la Xunta y el Concello se pelean con mucho aspaviento, para ver quién controla más, quién manda más, y que los ciudadanos asistimos al espectáculo como una negociación en el zoco: es posible que sea entretenida, pero ni nos va ni nos viene, porque solo hablan de lo suyo. De mandar.