Pocas veces un acuerdo del Pleno del Concello de Vigo es adoptado por unanimidad. Pero así sucedió con la declaración de Joaquín Almunia como persona non grata en la ciudad. Fue el propio alcalde, Abel Caballero, quien promovió la iniciativa contra un compañero de afiliación. No pocos votantes tomaron nota de este detalle. Almunia es persona non grata en Vigo. El excomisario europeo de la Competencia sabe que ha hecho un daño enorme a esta ciudad. Y que es imperdonable. El Tribunal General de la Unión Europea dejó ayer en ridículo a este tipo. El mismo que proclamaba que el tax lease era ilegal. Con lo que asestó un golpe mortal al sector naval de Galicia, ya por entonces muy castigado con la crisis.
Sería deseable que Almunia respondiese personalmente. Como mínimo, debería ser inhabilitado para cargo público. También debería devolver los 20.887 euros mensuales brutos que cobró como comisario durante casi 5 años. Más los otros 3.100 al mes para pagar su residencia y los 607 extras de gastos de representación. Pero no solo no devolverá nada, sino que sigue cobrando.
Tiene una pensión durante 4 años como excomisario. Como media cobran 116.804 euros al año. Y además, tiene derecho a una pensión vitalicia a partir de los 65 años que puede alcanzar los 51.068 euros anuales sumable a la que perciba normalmente.
Así que estará feliz. Poco le importará el daño hecho a tantos trabajadores. Él sigue cobrando de una Unión Europea que nombra incompetentes para la cartera de la Competencia.
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