«No hay crímenes perfectos, solo investigaciones imperfectas»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El comisario honorario Ángel Galán, en la presentación de su curso sobre desaparecidos.
El comisario honorario Ángel Galán, en la presentación de su curso sobre desaparecidos. óscar vázquez< / span>

Galán viajó mucho a Vigo hace años para buscar pistas de los casos sin resolver. Ahora, reflexiona sobre aquella época

03 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El comisario principal honorario del Cuerpo Nacional de Policía, Ángel Galán, presentó ayer las jornadas formativas que se desarrollarán en el primer trimestre del 2016 en Vigo sobre la investigación de desaparecidos. La iniciativa la promueve el Instituto de Probática e Investigación Criminal (IPIC) para mejorar las técnicas y la coordinación al unísono de jueces y policías «para hallar la verdad». Dirigió la Brigada de Delincuencia Especializada de la UDEV Central y puso en marcha una unidad especial para resolver homicidios y desapariciones como la muerte de la viguesa Déborah Fernández o la desaparición de María José Arcos, de la que admite que «me equivoqué». Del caso Asunta, ve la investigación «precipitada», sin pruebas que apunten a que el padre estuviese con la madre en el momento en que la mataron. Tampoco da por aclarado cómo llegó el cuerpo al bosque ni si fue el chalé el lugar del crimen.

-Usted viajó mucho a Vigo para investigar crímenes sin resolver.

-Vine mucho a Vigo por casos ya tramitados por otras instancias y que nos habían pedido ayuda y en otro directamente porque ya estaba en instrucción. En la UDEV Central, la brigada de Homicidios y Desaparecidos, viene a las diferentes regiones policiales cuando la unidad de allí no sigue adelante con el tema porque no salen suficientes datos. Vinimos en el caso de Déborah, Manuel Salgado y muchos, y otros que estaban pasados como el de María José Arcos o de la pareja de desaparecidos de Cabral, o el del anciano que lo mataron en Cabral. Estuvimos aquí directamente. Lo llevamos junto con la policía judicial de la zona.

-Ninguno fue resuelto (salvo el del anciano). ¿Qué pasó?

-Me imagino que la investigación no fue lo suficientemente resolutiva para las leyes de España para dictar sentencia. No terminan por procesar ni llegan a juicio. La Justicia o el juez es independiente y cada juez con las leyes que hay pueden pensar una cosa diferente. Quizás haya un juez que piense que se puede procesar o un fiscal que crea que no hay que acusar y gente que confíe en que puede salir algo más en los años venideros y lo archivan. La demostración al 100 % es complicada incluso en los casos que hemos resuelto como el de King, el de Wanninkhof. Al final pasó que encontraron una colilla que tenía su ADN. Pero podíamos preguntarnos, voy a hacer de abogado del diablo, ¿pudo pasar King antes por allí y no participar en la muerte violenta? Pues sí. No hay una seguridad del 100 % de que fuese el autor material pero uno lo cree moralmente. ¿Dónde está la frontera?

-Pero él confesó.

-¿Dónde está la diferencia entre estos dos casos, por qué la desaparición de Fernando Caldas no puede ser juzgada por homicidio sino por narcotráfico y la de Marta del Castillo sí? ¿Donde están los cuerpos? Alguien puede decir que el autor es confeso pero la ley dice que las cosas hay que probarlas. La testificación no es suficiente. Hubo una presión mediática tremenda y cuando deja de funcionar o la persona que debe decidir no se siente influenciada, las cosas varían. Quedan muchos casos y pienso en esas familias que tienen a gente desaparecida y que no saben dónde están y que los medios y los investigadores creen que están muertos, enterrados, destruidos o tirados en un pozo.

-¿Cuál es su teoría sobre la muerte de Déborah Fernández?

-Yo no tengo teorías, las dan las pruebas. El forense dice que puede haber una muerte por asfixia o una muerte súbita. Las dos son posibles. El cuerpo no tiene señales de ninguna clase. Hay que investigar en el peor de los casos, que es el homicidio. Alguien se asustó lo suficiente como para esconder el cuerpo en un lugar seco, oscuro y frío para mantenerlo en las mismas condiciones. Además, no se tiró sino que se depositó con un cariño muy especial, poniendo hojas para tapar las partes más íntimas. Si eso me dicen que lo hizo el primer loco que la vio, ya le digo de antemano que eso es falso.

-Interrogaron a 100 sospechosos

-Hicimos muchas cosas. Investigar es averiguar cosas, no adivinar. La prensa hace historias, nosotros tenemos que demostrarlo.

-¿Y el crimen de Salgado?

-El problema fue que hubo muchos cambios en la investigación y dirección cuando estábamos terminando. Me nombraron jefe superior de Extremadura, dejé el caso listo para tomar declaraciones pero mi sustituto pensó que no merecía la pena, que no íbamos a sacar nada y lo dejaron. Creo que ese caso habría salido.

-¿Cúal fue el móvil?

-Dinero, sin ninguna duda. Otra cosa es quién lo pudo haber cometido o inducido.

-¿Y el de la pareja de Cabral?

-Creo que hay un problema de tráfico, no sé si drogas, dinero o tabaco. Su coche apareció con tiros y calcinado.

-¿Se fugaron?

-Eso son historias.

-¿Hay el crimen perfecto?

-No, solo investigaciones e instrucciones imperfectas.

Déborah Fernández. En mayo del 2002, la joven viguesa desapareció. Su cadáver apareció cubierto de helechos en Oia.

Manuel Salgado. En abril del 2004, el empresario fue asesinado a tiros en un garaje de Rosalía de Castro.

Desaparecidos de Cabral. En el 2003, el coche de Victoria Fernández y Francisco F. Golpe apareció tiroteado.