«Nunca voy a dejar el periodismo»

Begoña Rodríguez Sotelino
Begoña R. Sotelino VIGO LA VOZ

VIGO CIUDAD

Maxim Huerta está esta semana por Galicia.
Maxim Huerta está esta semana por Galicia. alexis rey< / span>

Presenta hoy en Vigo su nueva novela ambientada en París, «Ne me quitte pas»

25 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque ya va por su quinto libro, Maxim Huerta no pretende cambiar de profesión. El periodista valenciano llega a Vigo con su nueva novela bajo el brazo: Ne me quite pas, de la que firmará ejemplares a los lectores hoy a partir de las 19.00 horas en El Corte Inglés. Una floristería es el nexo de unión para varias historias en las que se plantean cuestiones como el amor, el dolor o la ausencia, aunque el autor aclara que no se trata de «otra tópica novela romántica ambientada en París».

-¿Cómo surgió la idea?

-Fue algo totalmente vivo. Yo estaba en París, en una terraza, y sonaba la melodía de Ne me quite pas. De repente ves que al lado de tu mesa hay una escena que podría ser como la letra de esa canción. Yo tenía la historia a medias y el detonante fue ese.

-¿Tuvo la oportunidad de completar la novela en París?

-Pues no todo el tiempo, pero he ido mucho, a buscar detalles, a corregir... y la acabé allí. Me fui un mes entero para poder terminarla.

-Esta es ya su quinta novela. ¿Se está alejando del periodismo para acercarse al oficio de escritor?

-No, no, no. Yo soy periodista y nunca voy a dejar de serlo. Uno no deja de ser acuario, o valenciano, en mi caso. Los periodistas también somos narradores y esta es una forma de hacerlo con más tiempo y tranquilidad.

Lo que pasa es que disfruto mucho con la literatura, escribiendo y creando historias. Me parece un oficio maravilloso y las novelas me dan la oportunidad de narrar las historias que quiero contar: las visto, las maquillo, les pongo banda sonora y escenario.

-¿Cómo lo compagina con su trabajo?

-Sacando horas como sea. Si a uno le gusta algo encuentra tiempo, ya sea para leer, para hacer deporte o para subir al Himalaya. Yo lo gestiono poniéndome prioridades y para mí escribir es una de ellas. Por ejemplo, cuando estaba en el programa de Ana Rosa por las mañanas, por las tardes me dedicaba a ello durante tres o cuatro horas. Ahora tengo todo el día para mí, para preparar la sexta novela, aunque colaboro con diferentes medios, con El Español, Lecturas, Glamour o Viajes National Geographic, para la que hice un reportaje sobre Nueva York que acaba de salir en el último número.

-¿París está entre sus ciudades favoritas?

-Sí, y fue el primer reportaje que hice. Es un referente turístico y cultural. Además París es un estado de ánimo.

-Un estado de ánimo cambiante porque en este momento no es el de siempre...

-Bueno... Hemingway escribió «París no volvería a ser la misma, pero seguía siendo París». Yo creo que la frase sigue vigente.

-¿Echa de menos «El programa de Ana Rosa?

-Echo de menos los desayunos, los compañeros, las charlas, las rutinas...

-¿Y además eran buenos, los desayunos?

-Ah, pues... ¡no! Como todos los desayunos de trabajo, rebosantes de colesterol. Lo que era genial era la complicidad del equipo.