El Tribunal Constitucional respalda la decisión de Caballero de no tirar la cruz franquista de O Castro

La Voz

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

La Asociación pola Memoria Histórica do 36 presentó un recurso que ha sido desestimado

24 nov 2015 . Actualizado a las 10:32 h.

La cruz franquista de O Castro, que inauguró el dictador en 1961 tras visitar la planta de Citroën en Vigo, se quedará donde está. El Tribunal Constitucional ha desestimado el recurso interpuesto por la Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36, que buscaba que se cumpliera la primera sentencia favorable sobre su objetivo. 

El juzgado de lo contencioso administrativo de Vigo dictó en septiembre del 2014 una orden de derribo contra la cruz para cumplir la Ley de Memoria Histórica. El juez argumentaba que no era un símbolo religioso ni eclesiástico, sino político, ya que se construyó para conmemorar «la sublevación militar de 1936, de los vencedores de la Guerra Civil y de la posterior dictadura y represión». Todo ello lo convierte en «un testimonio presente del triunfo de los vencedores en la Guerra Civil y memoria de la humillación para los vencidos, sus víctimas y sus decendientes».

Pese a la orden, el gobierno socialista de Abel Caballero se negó a ejecutar el derribo y presentó un recurso. Y su propuesta obtuvo el apoyo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que en febrero de este año consideró que el monumento ya había perdido toda simbología fascista. «La cruz también refleja la persecución por razones políticas en un contexto histórico que no ha de ser olvidado para que no se repita, de forma que ha de conservarse esa memoria, pero no en el sentido de exaltación de los valores franquistas sino en el de que permita reflexionar sobre el pasado, una vez desaparecido el componente político inicial y dado el contexto político actual», recoge la sentencia. Ahora esta nueva resolución echa por tierra los esfuerzos de la asociación viguesa por lograr el derribo de la polémica cruz.