La demanda de alquiler de pisos protegidos se dispara

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Las solicitudes de compra caen en picado en la ciudad ante la falta de crédito bancario y los mejores precios de la vivienda libre

04 nov 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

El interés por comprar pisos protegidos en Vigo ha caído en picado. Tan solo 700 de las 4.290 solicitudes cursadas a través del registro único de la Xunta son para la adquisición de una vivienda. El resto corresponden a alguna modalidad de alquiler.

La cifra global de aspirantes representa la mitad que la del 2008 y da una idea de la transformación: en aquel entonces, las peticiones presentadas superaban las ocho mil y había un claro predominio de las opciones de compra. ¿Por qué este cambio? Las explicaciones son varias en función del punto de vista de los colectivos sociales o de los sectores de la promoción inmobiliaria y de la construcción.

Para los primeros, está claro que el empobrecimiento de la población debido al paro y a los bajos salarios tiene mucho que ver. Explican que, antes, el sector de clase media con menos poder adquisitivo podía comprar una vivienda protegida al tener un salario más o menos digno para afrontar un crédito. Sin embargo, en la actualidad, tras las personas sin techo hay una amplia capa social que solo puede pagar un alquiler a bajo precio, de ahí el aumento de las solicitudes.

A la teoría anterior se suma la de los promotores inmobiliarios. El presidente de Aproin, Javier Garrido, está convencido de que la situación que se registra en la ciudad tiene que ver con la proximidad de precios entre la vivienda protegida y la libre. Con la ventaja, dice, de que esta última tiene menos limitaciones. «Es obsoleto tal como están concebidas las de protección; además, las limitaciones que establece la normativa, como el hecho de que no se revaloricen con el tiempo, hace que los bancos se retraigan a la hora de dar los créditos», comenta. Entiende que los pisos protegidos resulten más interesantes en régimen de alquiler, algo que no ocurre con la vivienda libre al tener tipos de interés bajos. Esto, añade Garrido, hace que la amortización del préstamo sea equiparable al precio de un alquiler. Sobre la situación actual del mercado, el presidente de la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios advierte una leve mejoría. «El clima es mejor, pero falta tiempo», apunta.

Dentro de las 3.600 solicitudes presentadas en el Instituto Galego da Vivenda e Solo para optar a pisos en régimen de arrendamiento, 672 ofrecen la opción de compra con posterioridad y otros 443 están incluidos en el plan denominado Aluga.

«En el 2016 la vivienda subirá un 6 %»

Para José Antonio Martínez, gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (APEC), todo apunta a que en el 2016 el incremento del precio de la vivienda superará el 6 % ante la escasez de oferta. Como los promotores, explica la caída en la compra de pisos de protección por el descenso en los precios de la vivienda libre. «Puede estar incluso más barata que la protegida», advierte. Tiene en cuenta también el stock de pisos de los bancos para los que ofrecen muchas facilidades. Comprende que las personas con más dificultades recurran al alquiler social de bajo coste y recuerda que el Gobierno lleva años potenciando los alquileres, en general, muy por debajo de otros países europeos.