Diez directivos de banca se enfrentan a cárcel por el fraude de las 5 Jotas

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El Ministerio Público reclama dos años y medio de prisión para directores y empleados de cuatro sucursales bancarias por falsedad documental

24 oct 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

La mayor trama de fraude a la Hacienda Pública descubierta en Galicia no se podría haber desarrollado sin la connivencia de entidades bancarias que procesaron todas las operaciones irregulares que fueron descubiertas por la Agencia Tributaria. Una vez ventiladas las responsabilidades penales de los administradores del conjunto de empresas de Las Cinco Jotas y de las sociedades mercantiles que se valieron de ellas para defraudar a Hacienda, le toca el turno a directores y empleados de banca que ejecutaron la operativa fraudulenta. La jueza de Instrucción número 6 de Vigo cerró la instrucción del sumario el pasado verano imputando a una decena de bancarios por estos hechos. El fiscal de delitos económicos ya ha presentado su escrito de acusación interesando la apertura del juicio oral. La acusación pública pide dos años y medio de cárcel por un delito continuado de falsedad en documento mercantil para diez empleados de banca de cuatro sucursales de Vigo con quienes el también imputado José Manuel Costas Estévez realizaba todas las gestiones fraudulentas.

La mayor parte de las operaciones se desarrollaron en la sucursal de La Caixa de la Avenida de Ramón Nieto. De esta oficina, la Fiscalía acusa a la antigua directora, Nieves E.C.G. , a quien ejercía como subdirector e interventor de la entidad Juan Antonio R.O. y a la empleada del puesto de caja, Maragda S.C. José Manuel Costas Estévez también operaba en la oficina del entonces Banco de Galicia de la Avenida de Ramón Nieto, la número 8512. De esta sucursal, el Ministerio Público pide la condena para Javier V.I. y Carlos Manuel C.M., antiguo director e interventor, respectivamente.

Tampoco se libra de la investigación la oficina del BBVA en Cabral, de la que era su director el acusado Adolfo Manuel L.C. y la también encausada Raquel T. R.

La última entidad bancaria que figura en el escrito de acusación es la oficina 6222 de Banesto, ubicada en la Avenida de Galicia. De esta entidad aparecen como acusados Almudena V.P., Sandra M.A y Julia María V.L. Las dos primeras fueron directoras de la oficina, mientras que la tercera fue interventora.

La Fiscalía estima que hay más bancarios que colaboraron en la trama, pero que lo pudieron hacer de manera inconsciente u ordenados por sus superiores. Del mismo modo cree que otras entidades también habrían participado en la operativa fraudulenta, pero ya habrían prescrito los delitos.

Abrieron cuentas y procesaron cientos de movimientos sin conocerlo los titulares

La Fiscalía observa un delito de falsedad en documento oficial de los diez bancarios a los que acusa por haberse saltado presuntamente la norma más elemental de la relación de un cliente con su banco y que es el trato directo. Todo ello para beneficiar a José Manuel Costas Estévez, el hombre que movía decenas de miles de euros semanalmente en sus oficinas y que era considerado como un «cliente VIP». La operativa fraudulenta que debía contar con la necesaria cooperación de los empleados de banca era siempre la misma.

En primer lugar, los acusados abrían a instancia de José Manuel Costas Estévez cuentas bancarias a nombre de personas que lo desconocían y no habían dado su autorización. Con posterioridad, se efectuaban en esas cuentas, también a instancias del líder de la trama de facturas falsas y con la intervención directa de los trabajadores del banco, movimientos de cargo y abono, que en ningún caso ordenaron sus aparentes titulares, que ignoraban la existencia de dichas cuentas.

Por último, José Manuel Costas Estévez cobraba presuntamente en efectivo después de firmar en el reverso de cheques a nombre de los titulares de las cuentas, que desconocían todos estos trámites. Así fue como el líder de las Cinco Jotas logró facturar cerca de 11 millones de euros por trabajos no realizados y utilizando los datos de un total de 70 trabajadores que formaban parte de su grupo de empresas.