Con la basura se puede ahorrar

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO CIUDAD

cedida

El compostaje es una alternativa realista y más barata

19 oct 2015 . Actualizado a las 11:17 h.

Hoy queremos felicitar a la Diputación de Pontevedra. La cosa viene a cuento porque nuestra Diputación acaba de lanzar un proyecto de compostaje comunitario para todos los concellos de la provincia, Vigo incluido. Recapitulemos: casi el 50 % de los residuos urbanos que producimos son materia orgánica (en Vigo unas 140 toneladas diarias), que es la que genera mayores problemas para su gestión. Precisa recogida diaria, produce malos olores, es enormemente heterogénea, su eliminación en vertedero o incineración es muy cara y contaminante y un largo etcétera.

El compostaje consiste en cerrar el círculo de la naturaleza, por la vía de convertir esa materia orgánica residual en abono, o lo que es lo mismo, devolver a la naturaleza y a los suelos lo que nos aportan en un proceso de reciclaje permanente, eso que ahora se llama sustentabilidad.

Conviene situar las cosas en su contexto. La gestión de los residuos urbanos sufrirá estos días una modificación estatal que provocará un efecto arrastre, y no para bien. El pasado viernes se votó en el Senado la ponencia sobre economía circular en el que los residuos dejan de considerarse como recursos naturales y, por tanto, los excluyen de dicha economía circular. Paralelamente, en unas semanas se aprobará el plan estatal marco para la gestión de residuos, que propone incrementar la incineración un 5 %. La apuesta de ambos documentos es clara: reducir los vertederos incrementando la incineración, o lo que es lo mismo, abandonar cualquier política ambiciosa orientada a la reducción y reciclaje, alejándose nuevamente de las directrices de los programas marco europeos para la priorización en la gestión de los residuos urbanos.

Por eso, resulta especialmente valiente la apuesta de la Diputación de Pontevedra y ojalá Vigo, como principal productora de residuos de Galicia, empiece a hacer justamente lo contrario de lo hecho hasta ahora y por una vez lidere la correcta y ecológica gestión de los residuos, en lugar de liderar la incineración, como viene haciendo desde que nació el plan de residuos de Galicia.

Pero pasemos a los datos concretos aplicados a nuestra ciudad y empecemos con lo más fácil para un proyecto de compostaje: los habitantes del área rural y periurbana de Vigo. Dichos habitantes representan un tercio de la población y producen un tercio de los residuos que generamos. Son 100.000 personas, equivalentes a unas 2.857 familias. En el escenario actual, producen diariamente 6 toneladas de residuos orgánicos cuya gestión le cuesta al Concello de Vigo 131.400 euros anuales que con la nueva tarifa propuesta por la Xunta serán 177.390 euros cada año.

Ahora vayamos con la alternativa: un programa de compostaje para esas 2.857 familias costaría todo incluido (composteros, formación, asesoramiento y seguimiento) 428.571 euros el primer año. Si este proyecto se implantara de forma progresiva en tres años, a razón de 925 familias cada año, le costaría al Concello 142.857 euros anuales. Pero calculando los gastos totales, es decir sumando los 86.724 euros de la gestión de los residuos orgánicos de las restantes 1.904 familias aún no incluidas en el proyecto serían en total 229.581 euros por año. El segundo año (con 925 familias más) el coste del proyecto se reduciría a 186.219 euros, y por fin el tercer año, ya con todas las familias incorporadas al proyecto, solamente 142.857 euros. En tres años solo gastaríamos 26.487 euros más que enviando esos residuos a Sogama.

Podríamos pensar que no salen las cuentas, vaya, que es más caro que el sistema actual, pero lo bonito empezaría a partir de ese momento? a partir del cuarto año y sucesivamente nos ahorraríamos nada menos que 177.390 euros anuales por no enviar esos residuos a Sogama. En cinco años el ahorro superaría los 900.000 euros. Se lo resumo todo: una inversión total de 421.300 euros, que se amortizaría en solo dos años y medio, y a partir de ahí nos ahorraríamos más de 195.129 euros cada año, y con el valor añadido de estar realizando la más ecológicamente sustentable gestión de nuestros propios residuos. Por si fuera poco, ese coste inicial sería financiado en buena medida por la Diputación.

Las cifras aportadas no son especulaciones. Tienen como base las decenas de concellos en los que hace años que se llevan realizando estos programas de compostaje comunitario. Son cifras reales y realistas.

Los ecologistas, con cifras contrastadas en mano, lo llevamos proponiendo desde hace un par de décadas con escaso éxito. Quizás el problema es que nos falta un dato, precisamente el fundamental: ¿Alguien tiene alguna explicación argumentada para justificar que no empecemos a hacerlo ahora mismo?